BARCELONA.- Filosofía, amor, aventura, religión, suspenso y espiritualidad se combinan en "El oráculo de la luna", una historia ambientada en la Europa del siglo XVI del filósofo y escritor francés Frédéric Lenoir, quien cree que el "Código da Vinci" ha traído "mucha confusión al género histórico".
Lenoir, redactor jefe de "Monde des religions", aseguró que la obra de Dan Brown "no ha beneficiado a la novela histórica, porque se presenta como novela histórica y está llena de errores, con datos imaginados por el autor pero presentados como reales, y eso ha creado mucha confusión".
Para Lenoir, un afamado filósofo de la última generación francesa, Umberto Eco es distinto porque sus novelas son "totalmente fiables".
Reconoce, sin embargo, Lenoir que Dan Brown "ha tenido tanto éxito que quizá sí ha atraído lectores hacia la novela histórica, y eso no se le puede negar".
Lenoir dijo que en la novela "El oráculo de la luna" ha hecho la novela que le habría gustado "leer con 20 años, con una historia de amor, aventuras y que además induzca a reflexionar".
"Me parece una lástima que se escriban libros de filosofía y novelas de playa sin ninguna trascendencia, y creo que en la vida no es así, se pueden mezclar los dos propósitos", subrayó el que fuera coautor de "La promesa del ángel".
"El oráculo de la luna" es una historia que el autor galo ha tenido en su cabeza y en la que ha ido trabajando de manera discontinua en los últimos quince años.
"Tenía ideas inconexas para hacer un libro, pero sin un proyecto concreto y poco a poco fue tomando forma, y además tuve que hacer mucha investigación histórica, porque sucede en África, Israel, Italia, y quería que la base histórica de la novela fuera muy firme y coherente", comentó.
La novela narra la historia de Giovanni, un joven campesino italiano quien, para merecer el amor de la hija del dux de Venecia, de quien se ha enamorado, emprende un camino de aprendizaje al lado del mayor maestro en astrología, filosofía y religión de su tiempo, "un largo viaje iniciático lleno de peligros que culminará con una misión de trascendental importancia".
Toda la astrología que aparece en la novela no debe ser vista, según el autor francés, como esoterismo: "En el Renacimiento la astrología estaba al mismo nivel que el resto de la ciencia, y la Iglesia católica y el Papa la utilizaban".
La novela ha sido además "una ocasión para viajar y redescubrir profundamente lugares que conocía superficialmente como Venecia, palacios concretos del siglo XVI, también en Argel, donde habían estado Barbarroja y los corsarios".