Blondie en Santiago, con la ''platinada'' Deborah Harry.
Claudio Caiozzi, El MercurioSANTIAGO.- Con un concierto de alta factura el grupo Blondie abrió la fiesta ochentena, que a esta hora se realiza en un repleto Movistar Arena. La banda puk-bailable tenía la misión de encender el espectáculo y no defraudó a su fanaticada.
La voz de la platinada Deborah Harry se mantiene firme pese a sus más de dos décadas arriba de los escenarios. El público del palco, al principio fome y estático, terminó bailando al igual que la galería y el sector de cancha con clásicos como "María".
La sintonía de Harry con sus fans tuvo momentos de melancolía y diversión, como cuando la rubia cantante, ya toda una señora, no se complicó en bailar usando un cojín en forma de corazón con los colores patrios en su trasero.
Entusiasmada, también pidió varias veces al público que se la acompañara los coros. Blondie se despidió entre aplausos después de poco más de una hora de show. Le siguió el "One hit wonder" Rick Astley. Claro que la diferencia con la banda que le presidió era notoria.
Astely partió su espectáculo con su refrita canción "Never gonna give you up", sacó aplausos, uno que otro grito histérico, para luego estirar la jornada hasta el aburrimiento.
El cierre de la Fiesta ochentera, que se enmarca en el Festival Pepsi Fest, estu a cargo de uno correcto A-ha.