MADRID.- Blancos espumosos, tintos reserva o crianza, cada vez son más los vinos de calidad que añaden a su etiqueta el nombre de un rostro conocido del mundo del cine, la música, la política o el deporte.
En los últimos años el número de famosos que ha optado por el negocio de la viticultura como una forma de invertir sus fortunas ha crecido extraordinariamente.
El intérprete español Antonio Banderas ha sido el último en engrosar la lista de actores de medio mundo reconvertidos en expertos bodegueros.
Banderas acaba de hacerse con la mitad del accionariado de Anta Bodegas, empresa radicada en la localidad española de Villalba de Duero, en la provincia de Burgos (centro), que elabora caldos bajo la denominación de origen Ribera del Duero.
No es la primera vez que el actor invierte en negocios relacionados con los productos típicos de su país, ya que desde hace algún tiempo su nombre va unido al del aceite oliva virgen de producción española.
Mucho antes que Banderas, el francés Gerard Depardieu abrió el camino para otros rostros conocidos en Europa, al estrenarse como bodeguero en el departamento de Burgundy, en la Borgoña francesa, hace 30 años.
El éxito de la iniciativa llevó a Depardieu a extender su negocio a la región de Anjou, con la finca Château de Tigné, y poco después a la localidad española de Morales de Toro, en la provincia de Zamora, donde el actor posee la bodega conocida como Domaine Malesan Espagne.
En la actualidad existe un nutrido grupo de cantantes, actores, directores de cine y deportistas involucrados en la producción de vino en distintas regiones de España.
En 2007, la inauguración de la Bodega Cepa 21 congregó a una amplia representación social, con futbolistas como el brasileño Ronaldo o actores como Imanol Arias, ambos accionistas de la firma de vinos de la Ribera del Duero.
Meses antes, el cantautor Joan Manuel Serrat presentó en sociedad Mas Perinet, el negocio vinícola que fundó junto a dos socios en 1998, y que está situado en la provincia de Tarragona (este), cerca de la casa familiar donde vivió su abuelo antes de marcharse a la guerra de Cuba.
Al igual que su música, Serrat ha paseado sus vinos, con denominación de origen Montsant, por las principales capitales latinoamericanas, aprovechando la gira de conciertos que le llevó al continente americano junto a Joaquín Sabina.
La pasión por los caldos llevó al piloto de rallys Carlos Sainz a crear su propia bodega en la localidad de Cebreros, en Ávila (centro).
"Siempre me he sentido un embajador del Rioja,” aseguró Sainz durante un acto en el que fue premiado precisamente por la promoción internacional que realiza de esa denominación vinícola.
Fuera de las fronteras españolas, grandes estrellas internacionales como el cantante Sting, el cineasta Francis Ford Coppola o Madonna han creado sus propias líneas de vinos.
La cantante aprovechó el lanzamiento de su álbum "Confessions on a Dance floor" para sacar al mercado un número reducido de botellas, en las que se reproducía la cubierta de su disco.
Madonna mantiene con los vinos una relación familiar, y por eso una de las partidas procedía de las viñedos que su padre, Silvio Ciccione, posee en Michigan (EE.UU.), cerca de donde ella nació.
También en Latinoamérica el negocio del vino ha llamado la atención de los famosos.
El cantante mexicano Luis Miguel posee desde hace cuatro años su propia marca, conocida como “Único, Luis Miguel,” un proyecto "largamente acariciado” por el artista que finalmente hizo realidad en Chile.
El vino, un cabernet sauvignon, se elabora en las bodegas de Viña Ventisquero, en el Valle del Maipo en Rapel, a unos 170 kilómetros al sur de Santiago.
El caso más recientemente es el del músico puertorriqueño Wilkins, conocido por éxitos como “Sopa de caracol,” que presentó sus vinos “Medioevo” el pasado mes de enero.
Ese mismo día anunció que este año pondrá fin a más de 40 años de carrera como cantante para dedicarse, entre otras cosas, a su faceta de bodeguero.