LONDRES.- El poeta T.S. Eliot, a la sazón director de la editorial de Faber and Faber, rechazó el manuscrito de "Rebelión en la granja", de George Orwell, por considerarla "nada convincente" y además "trotskista".
En una carta de 1944 en la que justifica su negativa a publicar la obra en esa editorial, Eliot, que era además un crítico sumamente erudito, afirma que no era el momento de publicar aquella novela antiestalinista.
"No estamos convencidos de que sea el punto de vista correcto desde el que criticar la situación política en este momento. Es obligación de cualquier editorial que pretende intereses y motivos distintos de los meramente comerciales publicar libros que van contra la corriente del momento", escribe.
Sin embargo, el poeta y editor agrega acto seguido no estar seguro de lo que Orwell expresa en su novela "sea lo que hay que decir en este momento".
La carta, que ha estado en la colección particular de la viuda de Eliot, Valery, desde la muerte del autor de "Cuatro Cuartetos", se publica en un documental que difundirá próximamente la BBC.
En su carta, Eliot argumenta que el punto de vista de Orwell, "que considero trotskista, no es convincente".
A Eliot parece que le fastidió especialmente la caracterización que hace el autor de los cerdos en "Rebelión en la granja".
Así, Napoleón, un cerdo brutal que parece representar al dictador soviético José Stalin, triunfa al final sobre Snowball, un cerdito mucho más simpático, benefactor de los otros animales, que parece inspirado en la figura de Trotsky.
La expulsión forzosa de la granja de Snowball, perseguido por los perros, parece reflejar la deportación de Trotsky de la Unión Soviética tras criticar a Stalin.
Pero Eliot, que era un crítico muy perspicaz, también tiene elogios para la obra de Orwell: "Estamos de acuerdo en que es una destacada obra literaria: la fábula está tratada con gran habilidad y la narrativa mantiene siempre el interés del lector, algo que muy pocos autores han conseguido desde (Los Viajes de) Gulliver", la famosa novela de Jonathan Swift.
El editor termina su carta lamentándose de tener que rechazar el manuscrito tras elogiar el trabajo de Orwell, que califica de "buena literatura", caracterizada por "una integridad fundamental".