NUEVA YORK.- La fotógrafa Helen Levitt, ícono de la fotografía callejera estadounidense, murió el domingo a los 95 años mientras dormía en su casa en Manhattan, contó al diario "The New York Times" de hoy su hermano Bill Levitt.
Con sus imágenes sensibles y poéticas de niños jugando, pobres y ancianos en Nueva York despertó la atención mundial. La artista retrataba desde los años 30 la vida cotidiana en las calles de la gran ciudad de forma incomparable. Sus fotografías parecían tener vida. Entre sus obras más conocidas se encuentra la fotografía de cuatro pequeñas niñas que juegan fascinadas con pompas de jabón en la acera. "La estética está contenida en la realidad", dijo alguna vez.
Nació en 1913 en el seno de una familia de inmigrantes rusos judíos interesada por el arte. Después de un estudio interrumpido en Nueva York, Levitt conoció a los famosos fotógrafos Henri Cartier- Bresson y Walker Evans. Pronto comenzó a trabajar con su cámara Leica. En 1943 tuvo su primera exposición individual en el Museum of Modern Art de Nueva York. Más tarde, contó que quería hacer algo artístico pero que no sabía dibujar.
Después de la Segunda Guerra Mundial, Levitt trabajó en cine con directores como el español Luis Buñuel. El documental "The Quiet One", realizado en colaboración con el poeta James Agee y la pintora Janice Loeb, fue nominado al Oscar en 1948.
A fines de los años 50 volvió a la fotografía, primero con imágenes en color, luego nuevamente con fotos blanco y negro.
Con su salud golpeada desde hace tiempo, en los últimos años Levitt salía cada vez menos por las calles de su amada ciudad. "Antes los niños jugaban afuera", dijo alguna vez, "hoy en día las calles están vacías. Las personas están dentro de sus casas frente al televisor".