Napoleón bajo la mirada de Stendhal, el influyente escritor francés que incluso sirvió en el ejército del famoso conquistador.
Editorial Norma
SANTIAGO.- En la historia de la literatura, el nombre de Marie-Henri Beyle no parece estar en la mayoría de las estanterías, pero cuando se habla de Stendhal, su seudónimo, de inmediato se evoca a uno de los autores franceses más influyentes del siglo XIX, un autor que abordando la novela y la biografía consiguió un prestigio que perdura hasta la actualidad.
Además de sus trabajos más reconocidos que escribió durante su estadía en Italia, "Rojo y negro" (1830) y "La cartuja de Parma" (1839), Stendhal consiguió renombre con sus trabajos biográficos de algunas importantes figuras de la música y el arte como Wolfgang Amadeus Mozart, Joseph Haydn, Gioachino Rossini y el poeta Metastasio. Sin embargo, el personaje que lo obsesionó y le dedicó más tinta en su carrera fue Napoleón.
La gran ventaja de Stendhal para describir a sus sujetos de estudio es que fue contemporáneo a ellos. Sin necesidad de recurrir únicamente a documentos de la época, él tuvo la chance de presenciar hechos o compartir con hombres que de alguna manera estuvieron involucrados en la vida de los hombres que retrató. El caso más claro es el de Napoleón, ya que él sirvió bajo su mando en el ejército francés en 1812 durante la invasión a Rusia.
Es así como recuerda la figura de Napoleón a través de cercanos, personas que compartieron con el conquistador francés; alude a sus tiempos de estudiante, su meteórico ascenso en el ejército y por supuesto las épicas batallas que impulsó -concentrándose en sus campañas en Italia-, sin esconder las críticas y acusaciones que sus contemporáneos le hicieron.
De esa forma Stendhal abordó dos ensayos sobre el emperador, "Vida de Napoleón" y posteriormente "Memorias sobre Napoleón", que a cerca de dos siglos de su origen hoy se funden en el texto "Napoleón" (Editorial Norma), que ofrece una mirada única sobre este personaje histórico. El autor nunca dejó de reescribir los textos durante toda su vida, añadiendo con el paso del tiempo nuevos datos y precisiones hasta su muerte en 1842.
En breves capítulos, Stendhal recorre en ocasiones con voz opinante la figura de Bonaparte, dejando claro cuál es su posición sobre su relevancia histórica. El autor vivió en Italia y sólo pudo retornar a París en 1837, cuando terminó la persecusión de los defensores de Napoleón.