NUEVA YORK/CLEVELAND.- Con una aclamada actuación ante unas 5.000 personas, la banda de heavy-metal Metallica y los raperos de Run DMC entraron hoy en el Salón de la Fama del Rock & Roll.
La gala, que durante los últimos años se celebró en el hotel Waldorf-Astoria de Nueva York, volvió a Cleveland, la patria del Salón de la Fama del Rock & Roll, permitiendo por primera vez la entrada de fans.
"El Rock & Roll trata de posibilidades y de sueños", dijo el batería de Metallica, Lars Ulrich, durante su discurso de agradecimiento, según citó la cadena musical MTV en su versión online. "Míranos, Metallica en el Salón de la Fama del Rock & Roll, ¿Os lo creéis?".
El resto del grupo, el guitarrista y cantante James Hetfield, el guitarrista Kirk Hammett y el bajo Robert Trujillo acompañaron a Ulrich sobre el escenario.
Más sueños
"Dos platos (pincha discos) y un micrófono era todo lo que se necesitaba para cambiar el Mundo", dijo el rapero Eminem durante el discurso de reconocimiento a Run DMC.
Los tres músicos Joseph Simmons (Rev. Run), Darryl McDaniels (DMC) y DJ Jason Mizell (Jam Master Jay), que fue tiroteado en 2002, son para Eminem como fueron los Beatles para mucha gente.
Simmons agradeció a la madre de Mizell que en los años 80 les dejara ensayar en su salón de la casa que tenían en el barrio neoyorquino de Queens.
"Nunca nos dijiste que bajáramos la música y me gustaría agradecértelo", dijo Simmons.
El guitarrista Jeff Beck, el cantante, compositor y guitarrista británico Bobby Womack y el grupo de doo wop (du dúa) Little Anthony and the Imperials también fueron incluidos en el Salón de la Fama.
Cada año, tanto representantes del mundo de la música como críticos eligen a cinco intérpretes que ingresarán en este selecto grupo. El requisito imprescindible para compartir privilegio con los más grandes de la historia del rock es haber causado furor con un disco, mínimo hace 25 años.