Jorge Villamizar pisó por última vez territorio chileno hace dos años, en un estado de nerviosismo. Sabía que poco después de llegar a Viña del Mar una importante etapa de su vida terminaría: su paso por Bacilos. Para el conjunto trinacional (Colombia, Puerto Rico y Brasil) fundado en la capital latina del mundo, Miami, Villamizar escribió “Caraluna” y “Mi primer millón” y se despidió de los escenarios luego en la Quinta Vergara ante un bailador y romántico monstruo.
Ahora el músico vuelve con un ánimo muy diferente. Ya no aterriza en el país para terminar proyectos, sino para iniciarlos. Su objetivo es hacer despegar su carrera solista, que comenzó el año pasado con el lanzamiento de su disco Jorge Villamizar. Con once canciones, el músico colombiano quiere mostrar una nueva faceta, desligado de Bacilos.
Desde que el grupo se disolvió, Jorge Villamizar se dedicó a componer canciones y producir este primer título, en busca de sus segundo millón. Durante todo ese período permaneció en Estados Unidos, lo cual es sorprendente, pues constantemente viaja de un país a otro. Esa naturaleza de trotamundo la adquirió desde pequeño, cuando sus padres decidieron irse de Colombia, y la destaca en primera persona a través de la canción “El colombiano errante”.
-En esa canción dices cargar “con las embarradas de gobernantes sin convicción”, y que estando fuera se “da la cara por la nación” ¿Te sientes así de "responsable"?
-¡Claro! Soy un colombiano errante. Soy un tipo que nació en Colombia, pero que a los diez años sus padres le dicen que quieren irse. A los doce años yo tenía que explicarles a mis amiguitos en Ecuador por qué se incendiaba un palacio de justicia o porqué había guerras. El niño inmigrante tiene una vida súper loca y difícil, tiene que dar la cara por las cosas que pasan en el país de donde viene, y eso es lo que me pasó a mí.
-¿Y cuando estás en Colombia te sientes fuera de lugar o más bien en casa?
-Estoy haciendo un esfuerzo para que sea cada vez más mi hogar. De hecho me compré una casa allí. Es el país en el que nací, donde viven mis padres, donde están enterrados mis abuelos. Estoy en el proceso para cambiarme de Miami a Colombia. Claro que sería de a poco, porque allá tengo un gran arraigo musical.
-Aunque eres una persona que ha vivido en muchos países tienes un sonido muy colombiano...
-Sí, eso es algo interesante. Debe ser porque vengo de una familia muy musical, y a los diez años yo sabía lo que quería ser en la vida: músico. Mi mamá es maestra de música y en casa se escuchaba música colombiana y mucha compuesta por venezolanos y cubanos. Eso influyó en mi estilo de hacer pop.
-¿Sientes que has tenido apoyo de los seguidores de Bacilos en esta nueva etapa?
-Sí. Les gustaban las canciones que compuse para Bacilos y ahora les gustan las que escribo como solista. Es que los toques de Jorge Villamizar en Bacilos eran muy notorios y con él somos “uña y mugre” (risas).
-¿Qué músico chileno te gustaría que se convirtiera en un compañero de andanzas?
-Me gustaría hacer algo con Jorge González. De hecho ya lo hemos hablado. El es muy temperamental, pero eso no me importa. Lo entiendo, porque es una persona que tiene como misión de vida decir las cosas en este país. Puede ser calificado como “míster malas noticias”, porque su papel es el de decir verdades y no cosas bonitas. Siento mucho respeto por él y por su música. Las cosas que hacían Los Prisioneros en los '80 eran muy locas para la época, porque en ese período todo debía sonar perfecto, con sintetizadores, y ellos hacían todo lo contrario. Eso me parece interesante.
-Entonces es probable que nazca el dúo Los Jorges...
-¡Claro! (risas). Sería muy bueno que nacieran “Los Jorges”, tendríamos muchas canciones buenas que a la gente le podrían interesar bastante, así es que esperen y verán, porque nunca se sabe con lo que puede aparecer este par.