PARÍS.- El músico neoyorquino Lenny Kravitz, considerado uno de los rockeros más atractivos del planeta y confirmado como uno de los artistas que consigue seducir a más público, presentó hoy en París la gira europea con la que celebrará sus veinte años en la escena musical.
El nombre elegido para el tour es “LLR 20(09)", un juego de números y palabras que evoca a su primer trabajo “Let Love Rule" (Deja que el amor gobierne) y recrea numéricamente las dos décadas que ha pasado guitarra en mano.
El mundo se encuentra en un "intenso cruce de caminos", dice este hijo de un estadounidense de origen ruso y confesión judía y una actriz haitiana, y que apuesta por el “amor y la unidad” frente a la guerra y la destrucción.
Y quiere que su mensaje cale en el Viejo Continente, por lo que ha programado 53 conciertos que arrancarán el 17 de abril en París y que concluirán en la localidad alemana de Stuttgart el 19 de julio.
En su gira, el autor de álbumes como "Are You Gonna Go My Way" o "Baptism” y de canciones que resuenan en emisoras de radio de todo el mundo, como “Fly Away", "Mr Cab Driver” o “Freedom Train", se entregará en cuatro ocasiones al público español.
Así, actuará en Valencia el 2 de mayo, en Córdoba el día 3, en Madrid el 8 y Zaragoza el 9 del mismo mes, con entradas a partir de 45 euros porque Kravitz no está “en esto” para hacerse rico, según confesó en rueda de prensa, sino para “pasarlo bien, cubrir costes y seguir adelante".
Asegura que parte del espíritu de esta gira es actuar en pequeñas localidades, como cuando empezaba, y asegura necesitar el calor del público para disfrutar, frente a la soledad del estudio de grabación, aunque explica también que le fascina perderse en las montañas o en la selva y convivir con gente que no sabe quién es Lenny Kravitz.
Se dice todavía un fan de los grandes músicos y recuerda que, igual que cuando era adolescente, sigue tocando la guitarra en su habitación y admirando a la los iconos de la música de los que ahora forma parte.
Musicalmente, una de las cosas que más le emocionan es compartir momentos con leyendas de la música, como grabar con su satánica majestad Mick Jagger, compartir mesa para cenar en París con Bob Dylan, como tenía previsto tras su presentación a la prensa, con mini concierto incluido.
Evita ser tajante, incluso en el arduo conflicto de los derechos de autor e internet, pues entiende que “los artistas no están siendo pagados” como deberían porque “si entras en un restaurante, no puedes comer gratis,” pero confiesa que no quita sus vídeos de webs como “youtube.com” porque vive “una buena vida” y la gente no tiene dinero así que, “si quieren ver algo... adelante".
Soluciona también con un mensaje conciliador las referencias políticas, en este caso al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, cuya comparación resulta recurrente por la mezcolanza racial que ambos representan.
"Es maravilloso ser medio blanco, medio negro, como el presidente", dice Kravitz, que elogia el “discurso sobre la raza” de Obama en campaña porque resultó “muy honesto", antes de, amablemente, dar paso a la siguiente pregunta, que incide sobre una carta que el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, le escribió elogiando su último trabajo.
Confiesa que las referencias de Sarkozy a los temas del disco evidenciaban que, realmente, había escuchado su trabajo y bromeó sobre su relación con la primera dama, la cantante y ex modelo Carla Bruni, preguntado sobre si devolvería el favor de escribirle halagando alguno de sus trabajos.