LOS ANGELES.- El sindicato de actores de cine y televisión de Estados Unidos alcanzó un acuerdo "tentativo" con la alianza de estudios cinematográficos, que pone fin a nueve meses de una dura medición de fuerzas entre las partes, se informó el viernes a través de un comunicado de la patronal.
"La Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP) y el Sindicato de Actores de América (SAG) anuncia que las partes alcanzaron un acuerdo tentativo sobre los nuevos convenios" entre los productores y el sindicato de actores, establecidos en un pacto básico, indicó el comunicado de AMPTP.
Los detalles del acuerdo alcanzado sobre los programas de televisión y las producciones cinematográficas no se revelarán hasta que obtengan la luz verde del comité directivo del SAG, que se reunirá el próximo domingo tras una previa reunión de los líderes sindicales en Los Angeles y Nueva York.
El SAG, el mayor sindicato de comediantes en Estados Unidos integrado por unos 120.000 miembros, "presentará el acuerdo tentativo a su junta directiva para la aprobación y los pasará a sus afiliados para que sea ratificado", agregó el comunicado de la alianza que reúne a los principales estudios en Hollywood.
El contrato por tres años que establece las condiciones de trabajo de los actores en Estados Unidos, se venció el 30 de junio de 2008. Desde entonces, los comediantes han continuado trabajando pese a la ausencia de un nuevo acuerdo bajo las reglas del convenio anterior.
El SAG reclamaba un alza en los salarios de los actores que reciben menos de 100.000 dólares anuales, y un incremento de los dividendos de la venta de DVD's y de la comercialización y proyecciones de películas y series de televisión en internet, así como en las nuevas plataformas tecnológicas.
Pero los estudios rechazaron estas demandas al acusar al SAG de falta de realismo, ya que los nuevos medios tecnológicos aún no estarían generando rentabilidad.
La diferencia entre ambas partes hirió también el seno del sindicato de actores, entre una corriente que apoyaba medidas de fuerza, como una huelga, y otra que se inclinaba por la mediación, sin dejar de trabajar dados los difíciles tiempos económicos que atraviesa Estados Unidos.