Cronista de la vieja guardia recopila 21 historias freak en un libro

SANTIAGO.- Camilo Taufic es un periodista de la vieja escuela. De los tiempos de la máquina de escribir y los años en que por los pasillos de los medios aún transitaban Lenka Franulic y Luis Hernández Parker. De esos tiempos en que internet era, con suerte, una idea con aroma a futurismo.

Ese mundo despertó en Taufic el interés por las más puras historias. Pequeñas o grandes, sencillas o complejas, de figuras prominentes o anónimas... Historias que, simplemente, valía la pena contar.

Esa vocación es la misma que hoy vuelca en "Un extraterrestre en La Moneda", el libro de crónicas que acaba de publicar con editorial Planeta. Son 21 relatos basados en sucesos o datos reales surgidos en Chile y el mundo, y en su mayoría con algún borde que transforman a estas historias en asombrosas, particulares o, derechamente, freak.

Entre ellas se cuentan la experiencia de un exiliado chileno que recorrió Europa utilizando el menú de un restorán turco como pasaporte, estudios completamente serios sobre el Chupacabras o el Yeti, e investigaciones y experimentos sobre la factibilidad de tener sexo en el espacio.

"Son todas historias absolutamente reales, algunas más light y otras más pesadas. Son artículos hechos periodísticamente, generalmente para revistas, que he seleccionado y reescrito para libros. Crónicas que siguen teniendo vigencia", explica el autor.

-Y con un abanico tan amplio, ¿cómo seleccionó las crónicas que finalmente formarían parte de este libro?
-Pensando en que tuvieran un toque de historia rara, no visto normalmente. Son crónicas sobre cosas asombrosas, que tienen algo extraordinario y algo de historia humana en cada una. Hay temas que parecen muy exagerados, como la aparición del Chupacabras, pero fue descrito por el Abate Molina, una eminencia científica mundial. Hay otros testimonios. Lo único poco serio que tiene el Chupacabras es el nombre. Si hasta de Charles Darwin se dice que se llevó uno disecado.

-Y cuando se encuentra con esa clase de investigaciones, ¿qué le sucede? ¿Las cree o le causan risa?
-En general tiendo a creer que puede ser cierto e investigo. De repente resulta que no lo es, entonces lo abandono. Pero he tratado de ver cuáles mitos pueden ser reales y cuáles deben permanecer en su calidad de mitos. Hay un caso de un multimillonario, doctor en física, que revive el mito OVNI. Él ha sido comparado con Bill Gates, amasó una tremenda fortuna a los 28 años, pero de repente se da cuenta de que hay algo de verdad en los relatos sobre ovnis y deja todo para investigarlos. Los accionistas le pidieron que se fuera de la compañía para que no cayera el valor de las acciones. Eso también está en el libro.

-La historia del exiliado que viajó con el menú de restorán turco, ¿se conocía anteriormente?
-Ésa la viví yo, directamente. Se publicó en Chile en el año 83 y provocó una gran conmoción. Me he encontrado con cuenta cuentos que reproducen esta historia. Pero hoy no es conocida a nivel masivo ni por las nuevas generaciones. Es una historia que ha fascinado a muchas personas, que siempre me piden que se las cuente, que les dé nuevos detalles. Tiene que ver con el alma nacional, por ser un pícaro chileno, y tiene un trasfondo político. A quienes han leído el libro, incluso gente joven, es la historia que más les gusta.

-¿Hay sucesos de tiempos más recientes que los estén motivando a escribir?
-El caso del presidente (Fernando) Lugo en Paraguay, el presidente-obispo, y sus numerosos hijos... Eso daría para una investigación, aunque yo siempre trato de escribir de asuntos que no sean muy recientes, para rescatar historias de las que la gente tal vez ha oído hablar, pero que no conoce en toda su dimensión.