Reuters
LOS ÁNGELES.- La jueza de la Corte Superior de los Ángeles Aviva Bobb ordenó ayer martes al autodenominado representante de Britney Spears, Sam Lutfi, mantenerse alejado de la artista por tres años, luego de que el padre de la cantante lo acusara de tratar de minar la situación judicial bajo la que vive Spears.
La magistrado también determinó la misma sentencia para el abogado Jon Eardley, quien se presentó como el jurista de la cantante.
El tribunal ordenó a Lutfi y Eardley, cuyos defensores argumentaron que la conservaduría de los bienes de Spears no era justificada, que se mantengan al menos a 100 metros de Spears, su familia y sus residencias.
La orden de tres años amplía un mandato anterior contra Lutfi y Eardley que Bobb emitió a principios de este año.
Una corte colocó el año pasado a Spears bajo conservaduría, luego de que fuera hospitalizada para una evaluación siquiátrica.
Su padre, Jamie Spears, señaló que su control sobre sus asuntos permitió a su hija mayor lanzar su actual gira "Circus".
Un abogado de Jamie Spears argumentó que Lutfi y Eardley molestaban de forma continua a la cantante de 27 años, y que Eardley presentó acciones legales a nombre de la artista pese a que oficialmente no la representa.
