VIENA.- La nueva puesta en escena de "El anillo del Nibelungo", de Richard Wagner, en la Ópera Estatal de Viena concluirá este sábado en medio de críticas hasta ahora mixtas. La "mayor empresa jamás pensada para el escenario de la ópera", en palabras del director de la Staatsoper, Ioan Holender, se completará con "El oro del Rin", que normalmente se presenta como primera obra de la tetralogía.
Sin embargo, desde que Herbert von Karajan decidiera hace 50 años en su puesta en escena en Viena cambiar el orden, esta secuencia es tradición en la capital austríaca.
En los tres estrenos realizados hasta ahora, el director Franz Welser-Möst recibió elogios unánimes. La dirección escénica, de Sven-Eric Bechtolf, que concibe la tetralogía como "una pieza de cámara épica", fue en cambio polémica.
Para la prensa, faltó un sello claro de autoría del director. El diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung caracterizó el trabajo de Bechtolf como "de libre interpretación", mientras que la revista austríaca "profil" opinó que fue "algo pálido". El inicio se vio opacado además por un "escándalo" durante el estreno de "Valquiria", cuando al cantante de Wotan se le fue la voz.
"No me parecen correctas las interpretaciones políticas del 'Anillo'", se defendió Bechtolf. "Seguramente se podrá fabular mucho políticamente sobre 'El oro del Rin'. Pero es un invento hacer transcurrir esa ópera en la época de la primera industrialización, 'La Valquiria' en la Primera Guerra Mundial, 'Sigfrido' en la República de Weimar y 'El ocaso de los dioses' en el búnker del 'Führer'", aseguró.
En opinión de Bechtolf, "El oro del Rin" es una especie de "sátira" siguiendo el modelo del drama de la Antigüedad, sobre todo teniendo en cuenta que todo lo que los personajes hacen en la ópera tiene terribles consecuencias.
La puesta en escena que culmina este sábado es la tercera de la tetralogía que se hace en la Staatsoper de Viena desde 1945.
