El actor por primera vez es protagonista absoluto con su personaje de Wolverine.
20th Century Fox
ELOS ANGELES.- En "X-Men Origins: Wolverine" el actor australiano Hugh Jackman da vida por cuarta vez al héroe del cómic Wolverine, un personaje que "algún día" se cansará de encarnar, aunque desea volver a interpretarlo.
"Probablemente, seguro que sí me cansaré de él algún día", dijo a EFE el intérprete, de 40 años. "Pero ahora mismo me encuentro a gusto con él y, de hecho, estoy hablando con los guionistas sobre la saga japonesa, que es lo que primero leí cuando hice el primer 'X-Men' y pensé que daría para una película increíble", agregó.
Jackman se refiere a "Wolverine Vol. 1", el cómic escrito por Chris Claremont e ilustrado por Frank Miller que relata el viaje de Lobezno a Japón, donde encuentra al amor de su vida, Mariko Yashida, la hija de un criminal.
"Espero poder hacerla", dijo a EFE Lauren Shuler, una de las productoras del filme. "Dependerá del resultado en taquilla de ésta", aseguró. Por eso el actor, considerado el hombre más sexy del mundo por la revista People, centra sus esfuerzos en que "Wolverine" sea un éxito.
Para ello, vuelve a dejarse crecer la barba -"es todo mío, aunque no sé si es bueno admitirlo"-, a afilar las cuchillas y a fumarse unos puros, al estilo Clint Eastwood, mientras se enfrenta a sus enemigos.
"En las películas de 'X-Men' nunca llegué a estar satisfecho con la apariencia física del personaje", admitió el actor. "Para ésta, tenía una imagen en la cabeza. Quería que el público sintiese lo que yo sentí cuando vi a Robert de Niro en 'Cabo de miedo'", comentó Jackman.
Todo un reto para alguien que nunca leyó un cómic hasta que le ofrecieron el papel para la primera "X-Men" (2000), justo cuando se dedicaba al teatro en Londres. "Aquello era mi sueño. Todos los actores que admiraba surgieron de allí, por eso cuando conocí a Ian McKellen (Magneto en la saga 'X-Men') me pareció surrealista", explicó el actor.
"El teatro me asusta más que hacer de Wolverine", admitió Jackman, que respira aliviado cuando recuerda que, por una sola vez, no hizo caso a su mujer cuando leyeron juntos sus líneas de diálogo para el primer "X-Men". "Ella me dijo que era ridículo", dijo entre risas.
"Pero acepté. Este personaje es uno de los grandes retos de mi carrera y uno de los mejores que existen en el mundo del cómic. Es genial, su conflicto interno es muy interesante y lo sigo disfrutando; me encanta, si no, no seguiría interpretándolo", añadió. En esta ocasión, Lobezno se debe enfrentar a su hermanastro Victor Creed/Dientes de Sable, interpretado con rabia y cinismo por Liev Schreiber.
"Son dos caras de la misma moneda", dijo Jackman. "Su lucha exterioriza el conflicto interno de Wolverine", agregó el actor, cuyo personaje se niega a abrazar ese lado salvaje que habita en su interior y que, en cambio, domina por completo a Creed.
Schreiber luce en el filme unas uñas postizas que le dieron la lata durante el rodaje, tal y como reveló a EFE: "Créeme, lo peor era desabrocharme los pantalones cada vez que tenía que ir al baño", dijo entre risas.
Junto a ellos aparecen en el reparto rostros tan conocidos como el del músico Will.I.Am (Black Eyed Peas), Dominic Monaghan ("The Lord of the Rings", "Lost") o Ryan Reynolds, el marido de Scarlett Johansson.
Un reparto "de lujo", en palabras del director de la cinta, Gavin Hood, quien afirmó sentirse "como una mierda" cuando se enteró de que una versión inacabada de su obra había sido filtrada en internet.
"Es como si yo publicase las notas que estás tomando ahora mismo en ese papel sin que les dieras el formato que tú quieres", comentó el realizador sudafricano, ganador del Oscar por "Tsotsi".
"Lo que se filtró es como un Ferrari sin una mano de pintura", dijo Jackman sin perder la sonrisa, esa que cautivó a millones de espectadores durante los Oscar. "Me encantó presentar la gala. Si me lo piden, probablemente lo volvería a hacer", concluyó.