WASHINGTON.- La supermodelo Heidi Klum, embarazada de su cuarto hijo, y su marido, el cantante Seal, renovaron sus votos matrimoniales este fin de semana, con una divertida fiesta de disfraces en Malibú en la que la modelo no dudó en lucir su vientre, según medios locales.
Casados desde hace cuatro años, Klum y Seal convocaron como cada año a sus amistades con el reclamo de una fiesta de disfraces, bajo la temática de "White Trash", como se denomina a los estadounidenses blancos de extracción más baja.
Así, los invitados, entre los que se encontraban los actores Debra Messing y Matthew Perry, acudieron vestidos con ropa veraniega e informal, pelucas, bisutera de plástico, y maquillaje extravagante.
Klum se vistió de novia, aunque de una manera bien diferente a como lo hizo hace cuatro años, con un pelo trenzado al estilo afroamericano, maquillaje con purpurina, y uñas postizas de plástico, en una imagen que recuerda a la que hizo famosa Bo Derek en los años 70.
Su marido, que es totalmente calvo, eligió una exhuberante peluca morena con mechas doradas, una camiseta con la bandera estadounidense.
A la fiesta, que se celebró en una casa de unos amigos, junto a la playa, acudieron unos 100 invitados, y se sirvió comida y bebida mexicana, según informa la revista People.
La pareja reveló hace poco que estaban esperando una niña. Ya tienen dos hijos, Henry Günther, de tres años, y Johan Riley, de dos, a los que se suma Leni, una niña de cinco años fruto de la relación anterior de la modelo con el empresario de Formula 1, Flavio Briatore.