El popular sacerdote hoy se encuentra en un período de reflexión.
El Mercurio
MIAMI.- El popular sacerdote católico hispano Alberto Cutié, quien fue sorprendido besando y acariciando a una mujer en una playa de Miami, afirmó que su relación amorosa no fue un acto a la ligera y se produjo después de un largo y difícil conflicto interno.
Sonriente y usando el traje negro con alzacuellos, Cutié, de origen cubano y nacido en Puerto Rico, habló anoche sobre su relación sentimental con la guatemalteca Ruhama Buni Canellis, de 35 años, en una entrevista con la cadena de televisión Univisión.
"No quiero que la gente piense que el Padre Alberto tuvo un momento de calentura sexual y se fue para la playa y conoció a una muchacha. Esto ha sido un proceso interno, de mucha lucha, de mucha oración, de mucha confesión", dijo el religioso de 40 años.
Cuando se le preguntó qué castigo se merecía por protagonizar el escándalo, respondió que sólo ha pensado en la "misericordia de Dios".
Cutié, reiteró que Canellis, a quien él no mencionó por su nombre en la entrevista, es la única mujer con la que ha tenido relaciones sexuales y que la conoció desde hace diez años en la Iglesia, pero fueron amigos durante mucho tiempo antes de convertirse en amantes.
"Es una mujer que yo quiero. Desde que la vi supe que me gustaba. A la vista, me di cuenta que había una atracción", reveló el sacerdote, cuyos amores han desatado la polémica sobre el celibato en la Iglesia Católica.
Canellis es de profesión masajista y soltera, con un hijo de 14 años. "Me arrepiento de haber hecho daño a la gente, pero no de haber amado a una mujer, de haberme enamorado, porque eso no se planifica", dijo un Cutié desafiante.
Fragmentos de la entrevista fueron divulgados el pasado viernes, pero Univisión transmitió ayer las declaraciones completas del religioso, centro de un escándalo desde que la revista "TV Notas USA" publicó 25 fotos de él con la mujer.
Con respecto a las fotos y a un video, reveló que fueron tomados en febrero pasado, en una playa de Miami Beach, un día en que "había mucho frío" y fue su amante quien se dio cuenta de que los estaban grabando.
El clérigo, considerado como uno de los hispanos más influyentes de EE.UU., también dijo que sabía desde hace mucho tiempo que le "estaban siguiendo", pero no suministró más detalles. "Sí, sentí preocupación", dijo en referencia a las fotos.
El cura admitió que fue muy difícil para él vivir con la batalla interna de tener una relación con una mujer y a la misma vez violar su compromiso con la Iglesia Católica y los feligreses.
"Siempre seguí todo lo que la iglesia me enseñó: oración, ejercicio, cuidarse, vivir una vida integrada, amistades, hasta que no pude (más). Traté con todo mi corazón de ser fiel a lo que Dios me pedía, pero fallé", reconoció.
El religioso ha negado que esté sancionado por la Iglesia Católica y afirma que tiene una especie de licencia para reflexionar y pensar sobre su futuro como clérigo.
Desde que estalló el escándalo de las fotos, centenares de feligreses de Miami han apoyado a Cutié, quien desde 1998 combinó su sacerdocio con el trabajo en los medios de comunicación hispanos de Estados Unidos y Latinoamérica.
En esa línea ha participado en diversos programas, como el talk show "Padre Alberto", y dirigía el espacio "Abre tu alma con el Padre Alberto" en un canal de televisión de Miami, en el que entrevistaba a artistas latinos polémicos.