Jane Campion, Abbie Cornish y Ben Whishaw, directora y protagonistas de ''Bright Star'', respectivamente.
AP
CANNES.- De la lección de piano a la clase de poesía. La directora neozelandesa Jane Campion presentó hoy en el Festival de Cannes "Bright Star", una delicada historia de amor inspirada en los dos últimos años del gran poeta inglés John Keats, que murió a la temprana edad de 25 años sin la fortuna de conocer el éxito.
"No es un biopic (película biografía)", afirmó la realizadora en rueda de prensa. Campion, la primera mujer en alzar la Palma de Oro ("La lección de piano", 1993), contó que tuvo la suerte de topar con la biografía de Keats y su correspondencia con una vecina, Fanny Brawne, con quien entabló una relación amorosa secreta.
A través de sus poemas pero sobre todo con la ayuda de sus cartas, que le parecieron increíblemente "vívidas", la directora reconstruye la relación de ambos. "Bright Star" es el título del poema que le escribió a Fanny, a quien da vida en la gran pantalla Abbie Cornish. Su trabajo ha sido encomiado, así como también el de Ben Whishaw, que encarna a Keats.
Al principio, la joven no está especialmente impresionada por sus poemas. Le gusta bordar y diseñar y coser su propia ropa. En cierto modo ella también es una suerte de creadora. "En aquella época -recuerda Campion- no había muchas oportunidades para que la mujer se expresara. Ella era una suerte de artista en la costura". Y es así también como lo muestra Campion. "Para mí es poético el bordado", añadió la cineasta, que hacía 16 años que no competía en el certamen francés.
Aunque hay muchas formas de acercarse a la vida de un poeta, Campion opta por aproximarse a la figura de Keats a través de la muchacha. Intentando que el espectador se vaya enamorando de su obra al igual que la joven se enamora de él.
"Me enamoré de Fanny tanto como de Keats", reconoció la directora, para quien lo importante era contar una historia de amor íntima. "Ésta -dijo- es una historia sobre su historia. Un 'biopic' hubiese resultado frustrante, porque no da la oportunidad de entrar en detalles".
Y es precisamente en la sutileza de cómo presenta a sus personajes, en la melancolía que transmite el tormento de un amor a veces incomprendido y en la ambientación contenida donde Campion busca los instrumentos para componer esta historia de amor como una sutil balada.
Para ello huye de los deslumbrantes trajes y las majestuosas localizaciones de la campiña inglesa que ofrecen otras películas de época y crea una atmósfera sutilmente lírica que, lejos de toda ostentación, busca atrapar la genialidad poética de Keats.
Otro romance, pero entre vampiros, es lo que el surcoreano Park Chan-wook presentó hoy en La Croisette con "Thirst", que también aspira a la Palma de Oro.
La trama gira en torno a un cura (católico) que por una extraña enfermedad se convierte en vampiro. A la vez que lucha contra su nueva enfermedad, el cura se enfrenta al deseo carnal tras enamorarse perdidamente de una joven.
En rueda de prensa Park contó que conectar la religión católica con el vampirismo ha sido una anécdota con humor, un ingrediente que no falta en toda la película. Y añadió además que siente un profundo respeto por la figura del sacerdote, que encuentra especialmente "humana y bondosa".
Consultado sobre la posible reacción del Vaticano a la cinta, Park comentó que estaría muy satisfecho si se tomaran tanto interés en su película como con "Ángeles y demonios", la segunda parte de "El código Da Vinci", que ahora se estrena.
Park, el más veterano de toda una serie de directores surcoreanos que han destacado en los circuitos internacionales en los últimos años, inicia ahora una nueva etapa cinematográfica tras la trilogía que inició con "Old Boy" (2003), convertida ya en una película de culto y que estrenó también en Cannes, llevándose el Gran Premio del certamen.
Fuera de competición la atención se ha puesto hoy en poder ver a los cantantes Mariah Carey y Lenny Kravitz, que asisten al certamen para presentar "Precious", una película de Lee Daniels en la que ambos tienen una participación especial.
Con la lluvia que está cayendo en esta localidad francesa no resultará fácil a los fans verlos pasear por La Croisette.