Ahora que la cueca ya tiene no sólo una generación de nuevos cultores en Chile, sino varias oleadas recientes de músicos y cantores que se han interesado en esa tradición, son unos pocos los que permanecen como iniciadores de este redescubrimiento, desde fines de los años '90. Y entre los más activos están Los Trukeros, grupo que en 2009 cumple doce años y los celebrará este jueves con una actuación en el Galpón Víctor Jara de la capital.
-Podríamos haber celebrado los once o los trece, pero el número doce nos jugó. Cumplir doce años es un momento importante, hay hartas sorpresas en cuanto a la conformación del grupo -explica Rodrigo Miranda, uno de los fundadores del grupo, que ha grabado cuatro discos entre 2003 y 2008 y que por lo pronto se presentará con su renovada formación de quinteto, tras el reciente alejamiento de Carmen López y Pablo Guzmán. Hoy Los Trukeros son Rodrigo Miranda (voz y guitarra), Pavel Aguayo (voz y pandero), Inti González (voz, piano, acordeón y guitarra), Max Cárcamo (voz y bajo) y René Alfaro (voz, cajón y batería).
-¿En qué etapa están, con doce años de edad?
-Cuando el joven cumple doce años ya empieza a salir, vive la adolescencia -compara Pavel Aguayo-. La buena adolescencia.
-¿Cuál es la mala?
-Que no tengas las cosas de las que adoleces. Nosotros sí sabemos dónde buscarlas. Si nos falta vamos detrás del antídoto. Entonces es un adolescente contento. Quiero jarana: yo sé dónde hay jarana. Quiero vino, yo sé dónde hay vino. Quiero canto, quiero compañeros…
-Por ejemplo éste es un sector importante para nosotros -dice Max Cárcamo, reunido con todo el grupo en el restaurant Lamilla, de la Vega Central en Santiago-, porque aquí hay un núcleo que irradia esas texturas, esos colores, y ésta es una de las partes donde uno busca.
-Un adolescente busca mundos -agrega Rodrigo Miranda-. Por todos lados. Un poco en ésa estamos, tratando de crear cosas nuevas, manteniendo los repertorios antiguos, pero con nuevas interpretaciones.
-A todos nos falta. Todos adolecemos. Sobre todo Chile, que es el país número uno consumiendo fármacos para quedarse dormido en el mundo -retoma Aguayo-. O sea, el pueblo chileno en general es un gran adolescente. La diferencia de nosotros es que sí sabemos lo que nos falta y tenemos la posibilidad de tenerlo. Somos jovencitos y sabemos la ruta que hay que seguir.
-Oye que habla bonito el caballero -comenta Miranda.
En la Challa y en La Vega
La actuación de este jueves va a ser la segunda de Los Trukeros como quinteto, luego de su participación al cierre de la reciente fiesta de La Challa, organizada por la Banda Conmoción.
-¿Y cómo estuvo?
-Terminamos cantando a capela -dice Miranda.
-Subimos al escenario y nos sacaron el sonido. Para que no se metiera bulla -agrega René Alfaro, el percusionista-. Y tuvimos que cantar como se hacía antiguamente en las fondas, sin micrófonos. Y una hora más o menos.
-Fue aventurera. Y nos puso a prueba inmediatamente. Pero este quinteto anda en la cancha como nos ves aquí hace rato. Aquí en La Vega nosotros pegamos el grito igual, y le cantamos al transeúnte.
-¿La nueva formación implica innovaciones también en el grupo?
-Más que innovación es manejar y proyectar la energía -explica Cárcamo, el bajista-. El grupo de por sí está buscando horizontes nuevos. Hay una nueva actitud, una nueva energía.
-Sonoridad nueva -define Alfaro-. Otro formato, otro sonido, otra música, otra performance.
-¿Pero no tuvieron siempre esa energía?
-Estamos en una búsqueda: nuevos materiales, nuevas investigaciones -comenta Miranda-. Pero tiene que ver con mantener en escena nuestra práctica cotidiana de la fiesta, espontánea.
-Tú dices que siempre hemos sido enérgicos, pero ahora estamos consiguiendo una unidad en esa energía, que sea una fragmentada -precisa Pavel Aguayo.
-Como lo hemos definido ahora, entre nosotros, es que Los Trukeros vuelven a delirar -concluye Alfaro.
-¿Ya hay ideas para un nuevo repertorio del grupo?
-Es pronto, pero hay un material que se ha rodado en incontables fiestas -dice Inti González, panista.
-Las cuecas siempre están saliendo, los versos en el caso del Pavel (Aguayo), las melodías… Ahora, un trabajo más concreto, más conceptual, como le gusta crear a Los Trukeros, para eso falta tiempo -explica Miranda-. A lo mejor un disco de cueca podría salir este año, pero para un trabajo más sólido, más investigado, falta tiempo.
Los Trukeros, disco a disco
-¿Entonces hay dos tipos de discos de Los Trukeros: disco de cueca y disco más conceptual?
-Se ha dado. Medio casual, pero se ha dado -dice Miranda, cuyo grupo ha grabado los discos Cuecas bravas (2003), con repertorio de la tradición; De visita (2005), como resultado de una gira por Chile; De chilena (2007), a partir de una investigación sobre la cueca tradicional, y Los Trukeros (2008), grabado en vivo y con elementos de rock y otras fusiones.
-¿Cómo recuerdan el primero, a la distancia?
-Que diga Miranda. El único que queda -dice Alfaro.
-Ooh, no lo había pensado -se da cuenta el guitarrista-. Para nosotros ese disco es la llave. Ya llevábamos cuatro o cinco años y ahí se nos abrió una puerta para encontrar algo. Veníamos en esas búsquedas eternas que uno tiene cuando más cabro, tocando una mezcla de todo un poco, y de repente encuentras un camino, y ese camino significó la cueca. Ese disco grafica eso. Hay mucha gente que nos sigue identificando con la cueca brava. Y además nosotros agrandados: usamos un término agrandado. "Los Trukeros, cuecas bravas". Carepalo nomás.
-¿Y De visita?
-Ahí se buscó harto, distintos sonidos -recuerda Inti González-. La unidad de ese disco es su diferencia, y dejó el hilo dado para los dos siguientes.
-¿De chilena?
-La agrupación se plantea por primera vez con una tesis concreta, que es la fiesta chilena -define Miranda-. Y que los apellidos de la cueca dan lo mismo, porque su nombre verdadero es chilena y va a ser eternamente. Hay una tesis sobre cómo se desarrollaron los símbolos, la construción de la nación dentro de los espacios y los personajes de la fiesta. Y de ahí para adelante como agrupación tenemos la intención de seguir armando nuestras tesis.
-¿Hay una tesis también en el último, Los Trukeros?
-Hay gustos sacados ahí: nos dimos el gusto de sonar como banda. No como un grupo de cueca, sino como banda.
-Tocar temas emblemáticos de Los Trukeros, del primer álbum, incluso más antiguos -recuerda Alfaro-. Lo bonito que tiene ese disco en vivo es que empieza a formarse el concepto de viaje bien marcado. Ya hemos vivido ese viaje, por La Vega, por salir a regiones, pero lo estamos delirando en entregarlo.
-Hay una diferencia entre tomar la voz de la tradición para hablar, como en De chilena, y en este caso, que es una voz más en primera persona, situada en un hoy día mucho más concreto -comenta González.
-En ese cuarto disco también las posiciones en el equipo quedan mucho más claras -agrega Aguayo-. Los arreglos, la dirección musical, artística, el guión. Ese disco trabaja con una voz principal, de un vocalista, además se canta a la rueda. Se definen las posiciones.
-Y también tiene un carácter un poquito más radial, que pudiera entrar (en la radio). No ha sucedido mucho porque la mayoría de las radios está en otra, pero podría estar al nivel de cualquier Lucybell.
Con cueca y con Conmoción
-¿Y el que vendrá, también habrá una tesis ahí?
-La diferencia es que este próximo trabajo va a contar con mayor información. Los Trukeros están más informados, con mucho más fundamento -dice Max Cárcamo.
-Sigue siendo intuitivo, pero agregado el fundamento de la cueca -comenta Leslie Becerra, profesora de historia, iniciadora del grupo Las Peñascazo y también presente en la conversación-. En Los Trukeros hay un actuar con mayor proiedad frente al vínculo de la poesía con la música, que no se logró plenamente en el disco De visita. No es casualidad que hayan grabado de nuevo temas del disco De visita, donde la poesía realmente confluye con la música. Hay una interpretación diferente, que es producto de la información que tienen sobre la cueca, el teatro, la poesía popular.
-¿Qué tienen previsto para el concierto de aniversario?
-Nos vamos a manguerear con vino -adelanta Pavel Aguayo.
-Dos cosas claras -ordena Rodrigo Miranda-: está invitada la Banda Conmoción, que nos va a ayudar a animar la cosa. Y nos vamos a manguerear con vino, como dice Aguayo. No, en serio: creemos que el vino es un elemento importante en la creación del popular. Con charqui y vino se emprende cualquier viaje. Y cueca va a haber selección fina para bailar.