Santiago García-Clairac es uno de los invitados extranjeros más importantes de la 23ª Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil de Providencia. Y este miércoles 3 de junio, a las 12:00 horas, presentará "En el reino de la luz", la tercera part
Ediciones SMSANTIAGO.- Hablar con Santiago García-Clairac es igual de apasionante que leer sus libros, porque en cada una de sus palabras transmite toda la pasión y entusiasmo que abundan en sus historias. Nacido en Francia (Mont-de-Marsants, 1944) y radicado en España, García-Clairac es autor de una extensa producción literaria, dentro de la cual destacan títulos como "El niño que quería ser Tintín" (1997), "Maxi y la banda de los tiburones" (1998), "El libro de Hanna" (2003) y "El amigo de Hércules" (2004).
Sin embargo, por estos días se encuentra en Chile como uno de los invitados extranjeros más importantes de la 23ª Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil de Providencia. Y que este miércoles 3 de junio, a las 12:00 horas, presentará "En el reino de la luz", la tercera parte de su exitosa saga "El Ejército Negro". La misma que vendió 80 mil ejemplares con sus dos primeras partes y ha sido traducida al portugués, italiano y alemán, entre otros idiomas.
"Hace diez años nació la idea, pero se puede decir que llevo unos cuatro trabajando en estas novelas", asegura.
Y es que la historia de Arturo Adragón, un muchacho de trece años que lleva una "A" marcada en su rostro y una serie de letras en el resto del cuerpo, ya ha cautivado a toda una generación. Tal vez porque más de algún lector siente que existen puntos en común con el protagonista de la trilogía.
Después de todo, Arturo escapa de las burlas del colegio refugiándose en "La Fundación del Libro", la mansión de su padre, un lugar lleno de tesoros medievales como espadas, escudos, pergaminos y textos que guardan secretos sobre su origen y el de su familia. Pero en paralelo, en siglo X, en plena Edad Media, existe otro mundo donde Arturo enfrenta dragones, reyes asesinos, proscritos, mercenarios y hechiceros en busca de la inmortalidad. ¿Realidad o sólo la imaginación de Arturo?
-La trilogía de “El Ejército Negro” es una obra que impacta en términos de su trama, complejidad y extensión; son casi dos mil páginas. ¿Cómo surgió esta historia?
“Pues, primero, son 1.928 páginas”, aclara riendo. “El origen de esto nació cuando vi un cuadro de Diego Velásquez que se titula ‘El Aguador de Sevilla’, que es un hombre que le está dando un vaso de agua a un chico, y en ese vaso parece ser que hay una cosa negra, un fruto. Según los expertos, representa el conocimiento, la inmortalidad, la sabiduría. A mí ese cuadro, desde que lo conocí en Sevilla, me dijo que ahí había una historia que contar. Y lo que iba a ser en principio una novela de 200 páginas, se convirtió en una trilogía”.
-¿Siempre tuviste clara la trama de las tres partes de la obra? ¿Sabías cómo empezaría y acabaría? ¿O se fue desarrollando en el tiempo?
“Digamos que hubo una primera fase en la que yo pensaba que era una historia corta. Pero superada esa etapa, me enfrenté al tema, porque las ideas crecían y crecían. Entonces hubo un momento en que me plantee que iba a ser una trilogía, que iba a tener tantas páginas, que los capítulos estarían distribuidos como están ahora, que un capítulo es de la edad moderna y otro es de la Edad Media, y como iba a terminar. Así que empecé por planificar toda la historia antes de empezar a escribir”.
-Uno lee esta historia, sobre todo el último tomo, y da la sensación de que la historia está cerrada. ¿Te interesaría continuar en un cuarto volumen o prefieres dejarla así?
“Yo diría que esta trilogía está perfectamente cerrada. Lo que pasa es que ahora que la he terminado, me doy cuenta de que sólo he tocado una parte del universo del ‘Ejército Negro’. Y yo creo que van a pasar más cosas; me ha costado mucho trabajo crear este universo y ahora que lo tengo en la cabeza, hay muchas vías posibles. O sea que yo no prometo, pero no descarto, que un día vuelva a acercarme por allí”.
-¿Quizá retomando los mismos personajes más adultos?
“Sí, sin duda. Incluso he pensado hacer la precuela, es decir, el nacimiento del nacimiento del personaje. Porque aquí empieza cuando (Arturo) tiene trece años, pero me queda por contar el principio, de cuando nació, esos trece años que están vacíos. O sea que sí, es un mundo que tarde o temprano volveré a tocar, no me cabe duda. No inmediatamente, pero tampoco demasiado lejano. Es que cuando he terminado de cerrar el último tomo, me he dado cuenta de que cada vez que cierras una respuesta, nace una pregunta nueva; hay material ahí”.
-Cuando tienes la oportunidad de hablar con tus jóvenes lectores, ¿qué te dicen? ¿Qué es lo que a ellos más les impacta o atesoran de haber leído algunos de los tomos o la trilogía completa de “El Ejército Negro”?
“He estado en muchos colegios y hablado con muchos lectores, porque aunque el último libro lleva un mes y medio en la calle, ya hay muchos que lo han devorado y que lo han leído hasta tres veces. Lo que está pasando es que hay muy buenos lectores”.
“Y de lo que les llama la atención, hay varias cosas. Una de ellas es cómo organicé el libro, porque los capítulos impares sólo hablan de la Edad Media, y los capítulos pares hablan de la época actual. Y les respondo siempre lo mismo, que lo he hecho para ellos. Es decir, que yo escribo para que los lectores entiendan y esto ha sido para facilitarles la lectura, la introducción a este mundo que es muy complejo”.
“Luego les llama mucho la atención el poder que tiene el protagonista, que es tinta. El tiene unas letras pegadas en el cuerpo que cobran vida. Entonces, los que ya han leído el final, ya saben por qué cobra vida la tinta. Y aquí está todo tan razonado que al final se mueren de gusto de ver que todo está perfectamente explicado; no se trata de dejar cabos sueltos sino de ordenarlo todo para que el lector llegue al final satisfecho y comprendiendo todo. Es que me preocupan mucho los lectores, yo pienso mucho en ellos”.
-Tú mencionas que ahora hay muy buenos lectores. ¿En qué lo notas?
“Lo noto, por ejemplo, en que hace años esta trilogía hubiera sido imposible. Hay que reconocer que los libros de Harry Potter han hecho cambiar la lectura en los jóvenes y se han habituado a libros gordos. Ahora se leen una trilogía que hace diez años con toda seguridad no habrían leído”.
“Después, se nota en que se la leen no una, sino varias veces. Yo tengo lectores que han leído el tercero y han vuelto a leer el primero para recuperar el hilo, para volver otra vez a entender toda la trama; eso es de buen lector. Eso es lo que haría un buen investigador para saber si todo calza”.
“Y otra cosa es que les preocupa mucho averiguar si lo que cuento sobre la Edad Media es real, si está inventado, si surge de datos históricos. Preguntan mucho sobre lo que hay en el libro. Eso es de buen lector, de querer saber si todo eso tiene un sustento real”.
-Hemos visto que desde Harry Potter en adelante ha habido una avalancha de literatura fantástica juvenil que abarca desde jóvenes magos hasta vampiros? ¿A qué atribuyes esta oleada?
“Para mí está muy claro. Lo atribuyo al trabajo que hacen los profesores en los colegios, que son los que les están enseñando a leer y se están esforzando para que lean. Para mí lo primero son los profesores, luego están los padres, que ahora quieren que sus hijos lean y se preocupan de comprarles libros. La otra cosa es Internet; los foros literarios de Internet están haciendo una buena labor, también. Un buen lector comienza en el colegio”.
-¿Y crees que eso tenga que ver con que las editoriales o los autores dieron en el clavo con las temáticas que a los jóvenes les interesan? Porque con la literatura juvenil fantástica, nos hemos dado cuenta de que los jóvenes sí están dispuestos a leer 600 u 800 páginas.
“Sí, bueno, pero eso pasa también con los adultos. Si hay literatura interesante para ellos, seguro que la van a leer. Antes posiblemente no la había, pero es que antes de Harry Potter, ni se pensaba, nadie se atrevía a hacer una cosa como ésta. Y ahora lo que pasa es que hay autores que hemos surgido, de una edad o de otra, que teníamos cosas que contar y que coincidimos con los gustos de estos chicos”.
“Yo visito muchos colegios, hablo mucho con los chicos, investigo, les pregunto y trato de averiguar qué quieren en esta vida y parece que si no lo sé, estoy muy cerca de saberlo, porque por eso mis libros les interesan. Porque hablan de las cosas que les inquietan a ellos”.
-Y si pudieras resumirlas, ¿cuáles serían?
“A mi modo de ver, la gran preocupación que tienen estos chicos ahora es la de integrarse en esta sociedad. La de crecer sanamente, de preguntarse si son capaces de crear lo que han visto crear en sus casas, con sus padres, como una familia o encontrar un trabajo. Eso a los chicos les angustia… Vamos, para mí es la clave de todo. Y cuando encuentran un libro en que ven a un personaje que tiene el mismo problema de ellos, el de crecer y superar todos los problemas de la vida, pues se sienten identificados”.
-Saliendo un poco de la literatura fantástica, tú tienes una obra llamada “En un lugar de Atocha”, que hace referencia al 11-M. ¿Cómo se aborda un atentado tan dramático y tan terrible para un público infantil o juvenil?
“Se aborda solamente por el cariño que les tienes a los niños. Cuando ocurrió este dramático atentado, yo vi que ni la televisión, ni los periódicos, ni las radios, nadie se ocupó de hacer un programa especial para contarles a los chicos lo que había pasado. Y como yo escribo literatura infantil, el día aquel lo pasé en un colegio y vi todo el proceso. Como por la mañana estaban tranquilos, a media mañana estaban nerviosos y por la tarde ya no pudimos hablar de libros porque lloraban. Yo decidí escribir la historia de la mejor manera posible para que supieran lo que había pasado; creo que no contarles las cosas es un error”.
-¿Y cuáles son sus planes futuros en términos literarios?
“Pues tengo varias cosas. Voy a escribir una historia que se llama “Castigado sin leer”. ¡Buenísimo! Porque corresponde a la realidad; ahora hay chicos que leen tanto que sus padres les castigan sin leer. Eso demuestra lo que está pasando. Antes te castigaban y te decían ‘No te muevas de aquí hasta que hayas leído no sé cuántas páginas’. Ahora es al revés, están leyendo mucho. Va a ser una especie de historia en plan comedia, pero que va a tocar el tema. Y luego estoy preparando otra novela de aventuras con personajes seguramente también de la Edad Media. De ese no te puedo decir el título, pero está en marcha. Esos son los dos próximos proyectos que estoy manejando”.
Ediciones SM creó el blog www.ejercitonegro.com con el objetivo de que sus jóvenes lectores disfrutaran de un espacio dedicado a la literatura. Además de ofrecer la posibilidad de leer el primer capítulo de “El Reino de la Luz”, el blog incluye otras secciones como una Biblioteca Fantástica, películas, videojuegos y el primer trailer realizado por una editorial española para dar a conocer una de sus obras.
Santiago García-Clairac recibió en 2004 el Premio Cervantes Chico de Literatura Infantil y Juvenil por el conjunto de su obra y obtuvo el Accesit Premio Lazarillo 1995 por “El niño que quería ser Tintín”.