Placebo presenta el disco que "siempre habíamos querido hacer"

PARIS.- "Este nuevo álbum es un retorno a la despreocupación", afirma Brian Molko, cantante y líder del conjunto Placebo, que el lunes 8 publicará mundialmente su disco Battle For The Sun, tras haber atravesado un periodo de turbulencias que terminó con la salida de su baterista original.

"Nos sentimos libres haciendo este álbum", dice el músico. "Lo grabamos en Toronto (Canadá), con un nuevo baterista de 21 años, a 3.000 km. de nuestra oficina de gestión, sin sello discográfico y por lo tanto sin nadie que metiera su nariz", agrega.

"Tuvimos la impresión de hacer el disco que siempre habíamos querido hacer, cuando antes había obstáculos, los productores, el ex baterista, y también cuestiones de estilo de vida", señala el cantante estadounidense-británico, uno de los miembros fundadores que permanece en el trío, junto con el bajista sueco Stefan Olsdal.

Según sus propias declaraciones, el trío estuvo a punto de desintegrarse después de la gira que siguió a su disco precedente, Meds (2006), a raíz de desacuerdos con el baterista inglés Steve Hewitt. Tensiones que reflejaban el fin de ciclo de Placebo, conjunto que ha vendido más de diez millones de discos en el mundo.

"Cuanto más se agrandaba el grupo, más se dislocaba por dentro. Nos hablábamos cada vez menos, habíamos perdido la fraternidad de ser un clan unido contra el mundo entero. Era deprimente, la música había pasado a ser sólo un trabajo. Eramos más una marca que un conjunto de música", recuerda Molko.

El cantante y Olsdal decidieron entonces reemplazar a Hewitt, quien había estado a cargo de la batería desde 1996, por el joven norteamericano Steve Forrest. "Fue triste, fue una decisión difícil, pero necesaria para que el conjunto sobreviviera", estima Molko.

"Fue un divorcio de prioridades: para Stefan y para mí, el grupo era lo más importante, pero para el baterista lo importante era lo que ocurría fuera del escenario. Stefan y yo tenemos una relación única: Creamos el grupo en 1994 y Placebo no existe sin mí o sin él", explica el músico.

Ese entusiasmo recuperado es el que intentan transmitir en Battle For The Sun (Batalla por el sol). "El álbum precedente era muy claustrofóbico, de atmósfera sofocante, con poca esperanza. Esta vez teníamos ganas de más color, de un tono más positivo. Este álbum sólo podía hacerse en este momento de nuestra carrera y de nuestras vidas personales", recalca Molko.

Adeptos desde sus comienzos a un rock más sombrío, Placebo toma en su sexto álbum direcciones musicales inéditas. "La gente no lo sabe, pero Stef y yo estamos obsesionados por los Beatles. En 'Kings of medicine' quisimos algo de tipo 'All you need is love' ", dice sonriendo Molko, que considera "fantástico hacer cosas sorprendentes después de 15 años de escritura".

El conjunto actuará el lunes en el mítico teatro musical parisino L'Olympia, iniciando con éste una serie de conciertos en Europa.