Hugh Laurie no es sólo ''House'': tiene una carrera como escritor y músico, entre otras facetas.
AFP
LOS ANGELES.- El actor británico Hugh Laurie cumple hoy 50 años convertido en una celebridad televisiva gracias a su papel de doctor irreverente en "House", una serie dramática que eclipsa un prolífico pasado dedicado a la comedia.
Veterano intérprete con casi tres décadas de carrera, Laurie dio un paso definitivo hacia el estrellato cuando en 2004 encarnó por primera vez al irrespetuoso y talentoso médico especialista en casos complejos Gregory House, un personaje al que regresará en la sexta temporada de la serie prevista para septiembre en EE.UU.
A "House" este actor nacido en Oxford en 1959 debe sus dos Globos de Oro y tres candidaturas a un premio Emmy, si bien Laurie se ha encargado en numerosas ocasiones de distanciarse del polémico doctor.
"Yo no hablo como House, o camino como él. De hecho, no pienso como él", dijo Laurie recientemente a la prensa, si bien calificó el papel de "liberador y emocionante".
Casado desde 1989 y padre de tres hijos, Laurie actúa, compone música, y cultiva la faceta de novelista, una disciplina en la que debutó en 1996 con "The Gun Seller" y que se espera que tenga continuidad en otoño de este año con "The Paper Soldier".
Polifacético artista, Laurie comenzó a definirse como actor cuando era estudiante de Antropología en la Universidad de Cambridge, adonde llegó precedido por su fama de buen remero.
En 1977 Laurie representó a su país en el Campeonato Mundial Juvenil de Remo celebrado en Finlandia, donde quedó a las puertas de las medallas, metal que sí obtuvo su padre en ese mismo deporte cuando subió a lo más alto del podium en las Olimpiadas de Londres de 1948.
Laurie llegó a participar en la clásica regata anual de Cambridge contra Oxford en 1980, aunque por entonces ya tenía la cabeza puesta en la interpretación.
Aquel joven entró en el club de comedia teatral universitario Footlights, del que fue presidente y donde coincidió con la actriz ganadora de dos Óscar Emma Thompson y con quien sería su pareja profesional durante años, el actor y director Stephen Fry ("V de Vendetta", 2005).
Un grupo de aficionados que daría el salto a la pequeña pantalla británica para realizar el programa de humor "Alfresco" en 1983 con el que Laurie dio forma a su prometedora carrera.
El actor aparecería con Rowan Atkinson (Mr. Bean) en la saga televisiva "Blackadder" (1986) y realizaría numerosos papeles antes de emparejarse con Fry en "A Bit of Fry and Laurie", un espacio cómico al estilo inglés que estuvo en antena desde 1987 hasta 1995.
Thompson, Laurie y Fry echarían a andar de la mano en el cine donde en 1992 protagonizaron "Peter's Friends" ("Los amigos de Peter") y posteriormente los dos primeros cruzarían de nuevo sus caminos en "Sense and Sensibility" ("Sentido y sensibilidad", 1995), película que le valió a Thompson una estatuilla al mejor guión.
El cine le permitió a Laurie mostrar otras facetas interpretativas y alternó papeles para el público infantil como el de inepto delincuente en "101 Dálmatas" (1996), o como el padre adoptivo del pequeño ratón "Stuart Little" (1999), con títulos dramáticos como "El hombre en la máscara de hierro" ("The Man in the Iron Mask", 1998) o "El vuelo de Fénix" ("Flight of the Phoenix", 2004).
Una trayectoria en la gran pantalla que ha mantenido hasta el momento, después de estrenar la cinta animada "Monsters vs. Aliens" este año y ser un agente de asuntos internos en el largometraje de policías corruptos "Reyes de la calle" ("Street Kings", 2008).
Laurie ha encontrado el éxito en la madurez de su vida, una etapa a la que nunca quiso llegar al cumplir 18 años, cuando con unos amigos prometió suicidarse antes de tener 40.
"Esperas que el adolescente que fuiste perdone al cincuentón que eres. Sería horrible pensar que traicionaste todo aquello en lo que creías que te convertirías", afirmó Laurie, quien nunca consideró seriamente aquel juramento juvenil.
En mayo de 2007, el actor recibió la prestigiosa Orden del Imperio Británico, un reconocimiento a su trabajo interpretativo que por el momento le niegan las academias del cine y la televisión estadounidense.