El giro de estilo en un músico de 62 años de edad siempre será una decisión sorprendente, pero aún más cuando ese cantautor ha fraguado su fama en el punk-garage, un género de códigos rígidos y con el que Iggy Pop se fundió en los tardíos '60 como parte intrínseca de su esencia, al nivel que sería difícil definir al uno sin el otro. Un disco como Préliminaires recuerda que la antigua voz de los Stooges ha sido un hombre siempre abierto al cambio, mucho más de lo que suele reconocérsele. Basta recordar el inspirador par de discos que le produjo David Bowie en los años '70 para reconocer en él a un autor con un categórico sello de identidad por encima de las formas.
Es extraño el canto de Iggy Pop en francés (en tres de los doce temas, incluida una versión de la conocida "Les feuilles mortes"); inesperada su versión de "Insensatez" ("How sensitive"), el clásico de la bossa nova; y por completo asombrosos los arreglos que le ha dado a la estupenda "King of the dogs", el primer jazz-punk que hemos escuchado alguna vez. De sorpresa en sorpresa, Préliminaires avanza como un disco quizás disparejo, pero fresco y desafiante. Se levanta sobre un vago concepto en torno al escape, definido por la novela La posibilidad de una isla, del francés Michel Houllebecq (algunos versos son pasajes del libro), pero, sobre todo, por la decisión del estadounidense de saltarse un rato las formas rockeras que han definido su carrera. "Me cansé de escuchar a matones idiotas con guitarras apaleando música de mierda" es cómo explica él su giro hacia esta mezcla de jazz de New Orleans, antigua chanson, suave electrónica y europop.
Muchos de esos "matones idiotas" que apalean guitarras deben tener posters de Iggy Pop en su dormitorio, pero el hombre de "Lust for life" se ha desentendido esta vez de sus obligaciones como leyenda de la distorsión eléctrica para construir un disco de sugerente cantautoría madura. Son su voz y su actitud, no el colchón sonoro en el que las recuesta, lo que sigue definiendo el inigualable carácter de su música. Su música de adorable iguana del rock.
—Marisol García