Son tres nombres anotados al reverso del sencillo cartón que contiene este CD: "Koala Foex Spacio" dice ahí. El principal es el del rapero Koala Contreras, pero en Los animales deben estar locos, un nuevo disco de selección para la historia reciente del hip-hop en Chile, hay tres partes indispensables entre las rimas de Contreras, las bases del productor Foex y los sonidos que corta y pega el DJ Spacio.
"Cuando el DJ pincha el vinilo estoy tranquilo", parece corroborarlo Koala Contreras en una línea "Rap personal". Él ha ejercitado ese estilo tranquilo en al menos tres grupos antes, entre los talentos combinados de FDA y su autodenominado "rap del otro", los experimentos preliminares de Noiono y las bases de jazz de Cómo Asesinar a Felipes. Pero éste es su primer disco como solista, un manual de zoología personal donde caben arañas, hienas y koalas en la pronunciación fragmentaria con que Contreras parece quebrar, suspender y reconstruir las palabras, junto con definirse en rimas como "Después de cruzar veintiocho desiertos / supe que el hip-hop es una enfermedad incurable".
En las bases está la ductilidad ya probada de Nicolás Carrasco, alias Foex, también iniciado en FDA y gestor del sello Potoco Discos. Aquí hay un combo preciso de violín y bajo en "Basura", un contagioso funk en "En el lugar", jazz crudo en "Entre máquinas", la voz de Julio Cortázar con jazz latino y un pedazo del verso de Tiro de Gracia "somos humanos animales" recortado y pegado. Otro zoológico. Y el complemento está en un DJ busquilla capaz de encontrar a alguien que parece Santiago Pavlovic en la frase "Aquí no hay arte, protesta social ni pretensiones estéticas" y al sensacional estribillo "Oh vamos a ese sitio tan de moda donde tocan los conjuntos de mayor actualidad", todo tan sacado de contexto y vuelto a poner en otro contexto que es un gusto.
La creatividad de estos músicos no es un descubrimiento de ahora. Tanto Koala Contreras como Gen, los dos maestros de ceremonia de FDA, han expandido siempre el lenguaje de rap a otras dimensiones. Pero eso no quita que aquí esté la autoafirmación propia del hip-hop. Apenas empieza el disco el dueño de casa lanza rimas como "Mejor disco del año / subir la vara para / seguir con nuestro desafío" o "crear industria / mantener lo auténtico". Y más adelante agrega "Debes reconocer que no puedes negarme / MCs hay por montones / pero tengo el lenguaje / el aprendizaje / La F, la D, la A, mi base". Y en "Simplemente dilo", declara "Me gusta lo que hago: rap del otro". La definición sigue siendo la misma.