LONDRES.- La nueva hija adoptiva de Madonna, Mercy, llegó a Londres y, según informa hoy el diario "Sunday Mirror", de inmediato vivió un adelanto de la nueva vida que le espera: Tras un vuelo de 12 horas la pequeña de cuatro años participó en una sesión de la Cábala, una de las principales corrientes de la mística judía.
Una hora después, Madonna (de 50 años) viajó con Mercy y sus otros hijos a su lujosa residencia en la capital británica.
El ex marido de Madonna, el director británico Guy Ritchie, llevó a sus hijos David y Rocco a la residencia de campo, para que Madonna pudiese concentrar toda su atención en su nueva hija.
La cantante estadounidense recibió hace dos semanas el permiso del tribunal de Malawi para adoptar a la niña huérfana. En un principio lo habían descartado porque la cantante es una madre soltera y no vive en Malawi, pero la diva del pop apeló en abril la sentencia.
Según escribió el tabloide "Mirror", Madonna tenía previsto recoger personalmente a Mercy en Malawi, pero finalmente la pequeña viajó en un avión privado con gente de su equipo a Sudáfrica y desde allí partió el viernes hacia Londres.