LONDRES.- Michael Eavis, el original granjero que inició el festival de música pop de Glastonbury, en el suroeste de Inglaterra, ha anunciado que dejará el timón del encuentro, seguramente en 2011.
Eavis, de 73 años, declaró al diario "The Guardian" que quiere pasar el testigo a una nueva generación: su hija, Emily, de 29 años, y su novio.
Esta semana alrededor de 140.000 personas acudirán a la granja de Eavis en el condado de Somerset, en una nueva peregrinación anual.
La retirada de Eavis marcará el fin de una era en un festival que comenzó siendo una reunión de hippies, que pagaban sólo una libra por una entrada y tenían derecho a leche gratuita para todos, y se convirtió en una auténtica institución del verano musical inglés.
El mes pasado, la revista estadounidense "Time" incluyó al granjero británico en su lista de las cien personas más influyentes del mundo, junto a Michelle Obama, la esposa del presidente de EE.UU., Barack Obama, o la presentadora de televisión Oprah Winfrey.
Glastonbury comenzó en 1970 con una actuación frustrada: El grupo "The Kinks", cuya canción "Lola" había ascendido al primer lugar de la lista de éxitos de ese año, no pudo subir al escenario porque todos los músicos sufrían laringitis.
Finalmente los sustituyó Marc Bolan y su banda T-Rex, y el año siguiente fue el turno de David Bowie y Hawkwind.
En los ochenta, Glastonbury se convirtió en una especie de bastión de la izquierda del Reino Unido, con la participación del Comité para el Desarme Nuclear y otras ONG como Oxfam y Greenpeace.
La década siguiente fue la de su apogeo, gracias a la asistencia anual de hasta 250.000 personas, que presenciaron actuaciones de Pulp, Robbie Williams, Oasis o Radiohead.
El año pasado fue, según confesión de Eavis, el más difícil: Cuando apenas faltaba un mes para que comenzara el festival, sólo se habían vendido unas pocas entradas, y el déficit rondaba los 6 millones de euros.
Las dificultades se debieron en principio a que la hija del granjero, Emily, había querido llevar al rapero estadounidense Jay-Z, después de que fallase Radiohead.
"Podíamos haber quebrado, pero decidimos pese a todo seguir adelante", afirma Eavis, según el cual la actuación de Jay-Z fue finalmente un éxito, lo que supuso también para Emily un triunfo personal.