Su figuración le permitiría acomodarse en el mismo tipo de discografía paralela que tanto les reditúa a los músicos de su altura: "grandes éxitos" con singles ya conocidos; discos en vivo con alguna presentación también disponible en DVD, "box set" con demos insustanciales. Pero Björk es creativa incluso para presentar sus sobras. Voltaic reúne en una sola edición tres discos de diferente sentido y origen, todos ellos orientados no a su trayectoria completa sino principalmente a su más reciente álbum Volta (2007). Este Voltaic es, por lo tanto, una suerte de revisión de ese disco, según la lectura de la propia islandesa en diferentes conciertos y también la de sus invitados, a cargo de una serie de remezclas.
Las presentaciones en vivo son tres, cada una con un carácter distinguible: la del Olympic Studio en Londres es diáfana, sin aplausos de público, y con alto vuelo en los arreglos, considerando que en esa grabación estuvieron colaboradores como Mark Bell, Chris Corsano y una sección de bronces y una cuerda de diez voces. Más que reproducir los temas, Björk se permite recrearlos, con timbres antes inéditos y un resultado que, discutiblemente, puede incluso superar a las versiones originales en disco (al menos, es lo que nos parece que sucedió con "Army of me" y "Pleasure is all mine").
La de Reykjavík es íntima, solemne y de verdad conmovedora, por cómo se detiene en temas calmos, poco conocidos, y los eleva sólo con corno, arpa y voz, sin necesidad de mayor parafernalia. Es música que parece salir desde una caverna y que remite a esa insuperada capacidad de Björk por conectar electrónica con naturaleza y arrebato emocional. El concierto en París, en tanto, es el más convencional de los tres: aplausos, gritos y coros del público, aptos "¡Merci!" de la cantante, ritmo agitado y entusiasmo final. Se escuchan, además, temas tan conocidos como "Joga", "Hunter" y "Bachelorette". La suma de las tres grabaciones es una estupenda síntesis de las diferentes formas que fue tomando el tour "Volta" -que también pasó por Santiago de Chile- durante sus dos años de desarrollo.
El disco de remezclas en tanto, cede los tracks de Volta a músicos con oficio en los experimentos de perillas, y la lista incluye nombres de asombroso prestigio: Matthew Herbert, Alvo Noto, Simian Mobile Disco. Björk abre su música no sólo a su público sino también a sus colegas, y define con ello nuevos modos de trabajo y revisión de su obra. Su mirada no oficial es tan interesante como sus ediciones formales, y por eso a Björk merece situársela en parámetros creativos más amplios y admirables que los del humilde pop nuestro de cada día.
—Marisol García