PAPPETE.- Asociaciones de pescadores y ecologistas protestaron por el inicio de las obras de construcción de un hotel en el atolón de Tetiaroa, la antigua isla del fallecido actor estadounidense Marlon Brando en la Polinesia Francesa, que ahora es propiedad de sus herederos.
La prensa local publicó esta semana unas fotografías que mostraban las escavadoras y los camiones colocadas en los arrecifes del atolón, que se encuentra al norte de Tahití, y trabajando al borde mismo de la laguna.
Haimana Hamblin, presidente de la cooperativa de pesca de Arue, el municipio de Tahití del que depende históricamente y administrativamente el atolón de Tetiaroa, acusó al gobierno local de haber sido "anestesiado por los miles de millones del proyecto".
La cooperativa y las asociaciones de protección del medio ambiente, que no excluyen "realizar operaciones" en el mismo atolón, reclaman que los 13 islotes que rodean la laguna de Tetiaroa sean clasificados como reserva natural.
El promotor Robert Bailey, presidente de la Pacific Beachcomber, sociedad que construye el hotel bautizado "The Brando", por su parte, aseguró en un comunicado que se trataba de obras para la construcción de una plataforma y de un muelle "indispensables para descontaminar el atolón de las miles de toneladas de desechos acumulados durante la época Brando" y permitir el encaminamiento logístico.
El proyecto, que cuenta con una inversión de unos 100 millones de euros (140 millones de dólares), incluye la construcción de un hotel de gran lujo, de 45 villas, así como un lago interior y la ampliación de la actual pista de aviación.
Frente a las preocupaciones expresadas por las asociaciones, que siempre han protestado en contra de la atribución de un permiso de construcción, los promotores aseguran que el proyecto respeta al medio ambiente y será "un ejemplo de estructura hotelera totalmente autónoma en el aspecto energético", gracias a la utilización de células fotovoltaicas.
El ministro francés de Medioambiente, señaló cuando se le presentó el proyecto el pasado mes de mayo, que el hotel representaba "un modelo en su ámbito en un tema de importancia: el de la autonomía energética renovable no solo de las infraestructuras hoteleras en Polinesia, sino también de los establecimientos públicos e incluso de las comunidades insulares", citado por el diario la Depêche de Tahiti.
Para Philip Schyle, presidente de la Asamblea de Polinesia y alcalde de Arue, si esta inversión puede reactivar la economía turística "hay que animarla, pero con una mejor comunicación con los polinesios".
Marlon Brando, que adquirió el atolón en 1963 y cuya propiedad pasó a sus herederos tras su muerte en 2004, confesó en aquella época a la AFP su deseo de dejar la isla en estado natural.