LOS ANGELES.- Casi un mes después de la muerte del cantante Michael Jackson, las tensiones entre la familia del "rey del pop" parecen no tener fin y se centran ahora en la batalla por el último testamento que dejó el artista, según informó hoy la página de internet TMZ.
De acuerdo con esta fuente, la misma que dio la primicia de la muerte del cantante, la madre de Jackson, Katherine, ha contratado a un abogado para oponerse a las tres personas que desigó el "rey del pop", el abogado John Branca, el contable Barry Siegel y el amigo personal del artista John McClain, como ejecutores de su , del que queda excluido el patriarca del clan, Joe Jackson.
El movimiento ha enfurecido a todos los hermanos de Michael, exceptuando a Randy, ya que consideran que el plan tiene que ver con la presión que su padre está ejerciendo sobre Katherine para que se cambie el testamento.
Precisamente Joe Jackson volvió a reiterar su idea de que la muerte de su hijo fue un delito y aseguró que cree que el médico Conrad Murray, que pasó con el cantante los últimos días en su mansión alquilada de Bel Air, tuvo que ver con el repentino fallecimiento del artista, presuntamente adicto a los fármacos desde hacía varios años.
El padre del cantante dijo además en una entrevista con Larry King, presentador estrella de la cadena CNN, que nunca le pegó a su hijo cuando era pequeño y que recibió una educación adecuada, "la misma que cualquiera le hubiera dado a sus hijos", sitiéndose responsable en parte del éxito de la carrera musical del vocalista de los Jackson Five.
Sin embargo, el propio intérprete de "Thriller" aseguró varias veces que su padre lo maltrató y que no tiene buenos recuerdos de su infancia por los abusos a los que fue sometido, algo que explicaría el hecho de que Joe haya sido excluido del testamento que ahora ha sembrado la discordia entre los hermanos.
Mientras prosigue la batalla por las posesiones de Jackson, todavía se desconoce donde yacerán los restos del cantante, después de que se descartara que fuese en su rancho de Neverland, en el condado de Santa Bárbara, California.
Katherine, quien inicialmente se había opuesto a que fuese enterrado en su antigua residencia por "los horribles recuerdos" que le traía la mansión, estaría dispuesta a reconsiderar la decisión si finalmente los hermanos se hacen con el control de la finca, aunque después tendría que esquivar los requerimientos legales que impiden que un cuerpo sea enterrado en propiedad privada.