Fiesta freak!

Se cree que el EP es el formato ideal para lanzar un disco. Cinco o seis canciones donde un solista o grupo debe mostrar sus piezas ante un auditor que probablemente está pensando en escuchar otra canción que acaba de bajar de la red o escuchar ese mp3 que le mandaron y que nunca abrió. El antídoto al ripio o los experimentos de veinte minutos. Por eso Radar, banda formada en 2007, decidió debutar con un extended play (la expresión tras la sigla). Es una colección de piezas cargadas al sonido college estadounidense, o sea, armonías vocales lánguidas y guitarras cristalinas (“Despertar”, “Nena”, “1000 dosis"). Pero también con referencias al indie rock contemporáneo, ése de guitarras ruidosas y también bailable (“Chica superficial”, “Nada que decir”).

Sin embargo, más que sonar como promedio de bandas “indies” nacionales, Radar pone la mirada hacia el power pop. Así, Fiesta freak! –título tomado de la canción “Nada que decir"- no hace referencia ni al protopunk de los Stooges o al pop de sintetizadores de los '80. Al contrario, acá hay arpegios, armonías vocales y estribillos que se resuelven de manera satisfactoria. No por nada apoyaron el debut en Chile de Ken Stringfellow, el histórico ex Posies y sesionista de REM y Big Star.

Lo mejor está al final: “Nena” y “No sabrás que hacer”. Dos canciones urgentes y poderosas, con una construcción melódica que remite a The Byrds, Teenage Fanclub y a los mismos REM y que podrían estar en esas clásicas compilaciones de power pop disponibles en Internet. Éste sería precisamente el camino por el que Radar debiera encaminarse: nacionalizar un sonido, referentes y actitud que en Chile al menos brillan por su ausencia.

—JC Ramírez Figueroa