El futuro según James Cameron

BUENOS AIRES.- El primer día de 2010 está previsto el estreno de Avatar en Argentina. Pero durante todo 2009 no dejará de hablarse de este proyecto, uno de los más ambiciosos de los que Hollywood tiene memoria. Al extremo de bautizar en el calendario a una jornada entera -el próximo 21 de agosto- como el "día Avatar". En esa fecha, como ratificación contundente del poderoso e imparable perfil globalizado que adquiere hoy la industria del entretenimiento, podrán descubrirse por primera vez imágenes del proyecto que James Cameron acaricia desde hace 14 años. Un tráiler inicial podrá verse simultáneamente en los cines del mundo entero a través de todos los formatos disponibles en la actualidad: desde los equipos convencionales en 35 mm hasta el 3D digital.

Quienes asistan a estas últimas salas -anteojos especiales mediante- tendrán además la posibilidad de ver secuencias extendidas en tres dimensiones similares a las que pudieron apreciarse el último fin de semana en San Diego (California) durante la convención anual Comic-Con.

Allí, Cameron presentó en sociedad a su más reciente y preciada criatura ante un entusiasta auditorio de 6500 personas que lo ovacionó y que siguió con atención lo que para muchos es una suerte de documento anticipatorio de lo que será el cine de aquí en adelante.

En sus tiempos iniciales, según recordaba Tim Burton, el Comic-Con podía funcionar como plataforma de presentación de un largometraje en diapositivas y ante no más de 400 personas. Hoy, en su cuadragésima edición, el encuentro consagrado a lo nuevo en materia de historietas, videojuegos y ciencia ficción es por primera vez -tal como lo acaba de consignar The New York Times- un acontecimiento de envergadura y máximo interés para los estudios de Hollywood.

La explicación de este cambio de perfil se resume en una sigla que también está en el corazón de Avatar: 3D. En este sentido, los estudios Fox esperan repetir con Cameron la corazonada de 1997. Ese año confiaron ciegamente en un realizador que contó con la descomunal cifra de 200 millones de dólares para llevar adelante el proyecto Titanic. En lugar de la catástrofe financiera que vaticinaban algunos, el film se convirtió en el mejor negocio de la historia, con 1843 millones de dólares de recaudación global, cifra jamás superada hasta hoy.

Ahora, Cameron dispone de 237 millones para llevarnos a un viaje en tres dimensiones por el planeta Pandora, lugar en el que coexisten nativos azules y de gran estatura (los NaVi) con árboles de 300 metros de altura y un bosque fluorescente. Hasta allí llegan naves humanas que tratan de apoderarse del lugar y entablan una lucha sin cuartel contra los NaVi. "La experiencia de zambullirse dentro de este nuevo mundo a través del 3D jamás se ha contemplado así hasta ahora. Las cámaras tienen una agilidad y un movimiento nunca vistos", coincidieron varios observadores.

Gran parte de Avatar fue rodada a través de la técnica de capture performance, procedimiento mediante el cual los movimientos de los actores de carne y hueso (aquí Sigourney Weaver y Sam Worthington, entre otros) son registrados digitalmente a través de varios finos sensores y luego son recreados en una imagen animada que trata de reflejar con la mayor fidelidad los movimientos del actor real.