SANTIAGO.- El fútbol hace rato que no está sólo en los estadios, la televisión o las canchas de barrio. El mundo artístico también lo asumió como fenómeno cultural y social, y son varias las obras de teatro, películas y hasta exposiciones que se han levantado en torno a este deporte.
Pero sin dudas la esfera que mejor representa ese diálogo es la literatura, con varios autores que han hecho de su pasión por el fútbol parte determinante de su obra. Allí se ubican nombres como Nick Hornby ("Fiebre en las gradas"), Eduardo Galeano ("El fútbol a sol y a sombra"), Osvaldo Soriano ("Arqueros, ilusionistas y goleadores") y el recientemente fallecido Mario Benedetti (autor de los célebres cuentos "El césped" y "Puntero izquierdo").
Pero el "deporte rey" es una temática que siempre entrega material, ya sea por lo que pueda llegar a ocurrir dentro y fuera de una cancha, como por aquello que la historia del balompié ha inscrito en sus registros. En esas líneas, son tres los libros que en las últimas semanas han llegado a las estanterías locales, con el fútbol ubicado como parte central de sus argumentos:
"Una historia de fútbol" (Norma, $5.500)
Aunque está dirigido a niños, se transformó en el cuento que conmovió a los futboleros de distintos países del continente con la historia de Zuza, un niño que se desvive por el fútbol, pese a saberse pésimo con un balón en los pies. Su mejor amigo, en cambio, es un verdadero iluminado, y forman parte de un mismo equipo que lucha por ganar un campeonato de barrio.
Sin embargo, la historia escrita por José Roberto Torero no gira únicamente en torno a una pelota, sino a todo lo que rodea a los niños de familias trabajadoras: Travesuras, rivales escolares y primeros amores, pero también la lucha diaria por salir adelante, las batallas contra un mundo adverso y la plena conciencia respecto de los conflictos paternos.
El relato filtra ternura e inocencia, aunque sin caer en un tono soso, gracias a la picardía y perspicacia del personaje principal y narrador de la historia. Factores que también han permitido que un cuento catalogado como "infantil", encante también a muchos que dejaron de ser niños hace varias décadas.
"Ruido de fondo" (Ediciones B, $10.000)
Eduardo Bárcena pudo haber tenido su conflicto moral, y el choque entre su pasado y su presente, en distintos ámbitos: La mafia, el ejército, la Iglesia, etc. Sin embargo, el escritor David Gistau decidió poner al periodista que protagoniza su historia entre la espada y la pared de la mano de las barras de fútbol.
Bárcena es un periodista admirado, reconocido y ondero, que se pasea por los bares de moda con decenas de fanfarrones golpeándole la espalda, y que obviamente cultiva esa infaltable mirada desarraigada y algo apática, que incluso desliza para referirse a su propia relación amorosa (con una chica llamativamente guapa, por cierto). Pero antes de todo eso, el reportero fue nada menos que un radical barrista, perteneciente a la más brava de las facciones de seguidores del Real Madrid, la "Ultra Sur".
Precisamente a cubrir a su ex equipo llega a Paris: Los merengues jugarán allí la final de la Champions ante el Bayern de Munich. "Una gran jornada que yo no empezaba, como antaño, ocultando un cuchillo en la caña de las Doc Martens, sino dándome un baño de burbujas y desayunando salmón ahumado en el bufé de un hotel", dice, dejando en claro la diametral diferencia entre su pasado y su presente.
Con lo que no contaba era con que se encontraría con algunos de sus viejos camaradas de la barra, y que terminaría siendo parte de una escena que culmina con un hincha alemán acuchillado. Es el punto en que regresa con todo su peso un pasado que durante años ha intentado dejar atrás, y que hoy lo pone en una encrucijada en que se enfrentan su moral, y los viejos códigos y lealtades de grupo, además de su reputación y su propia seguridad personal.
"Mumo... Por siempre" (Forja, $9.500)
Para los fanáticos de la Universidad Católica es un imperdible, pero igualmente podría serlo para todos aquellos que gustan de recopilar historias futbolísticas, más cuando el factor emotivo está altamente presente. No podía ser de otra manera si hablamos de una biografía de Raimundo Tupper, el jugador que trepó un escalón tras otro en la UC y en el fútbol local, hasta decidir terminar con su vida durante una gira de su equipo de siempre a Costa Rica, en 1995.
Desde su niñez, su paso por el colegio San Ignacio y su llegada a las divisiones inferiores de la UC, el libro de Luis Avendaño y Hugo Pinto recorre la vida del futbolista, quien saltó a la esfera pública del balompié como integrante de la selección juvenil que obtuvo el cuarto lugar en el mundial de Chile, en 1987.
En ese entonces también pasó a formar parte del primer equipo de la UC, donde en adelante se mantuvo como un jugador insustituible, en parte gracias a su reconocida polifuncionalidad. Fue éste además uno de los atributos que le permitió estar regularmente en las nóminas de la selección nacional hasta su muerte a los 26 años, cuando el peso de la depresión endógena que arrastró toda su vida lo llevó a tomar una decisión que hasta hoy enluta a quienes lo vieron jugar.