Va a hacer falta un gran escenario en el concierto que Jirafa Ardiendo se ha dedicado a preparar para este domingo 2 de agosto, y los integrantes del grupo tienen claro que ése ni siquiera es el requisito técnico más importante.
-El camarín tiene que ser grande. Va a haber más gente ahí que en el escenario -recalca Roberto Estay, guitarrista y fundador de este grupo rockero chileno junto al cantante Alejandro Pino. Y el cálculo es correcto. Catorce años de vida, cuatro ex integrantes, diecisiete invitados en total y ensayos previos de siete horas continuadas son algunos de los números del concierto, aparte del más importante: ésa va a ser la última actuación de este duradero grupo desde su aparición en 1995.
Es la despedida de Jirafa Ardiendo, un quinteto integrado por Alejandro Pino (voz), Roberto Estay (guitarra), Arturo Rodríguez (guitarra), Nicolás Moreno (bajo y voz) y Maximiliano Gilabert (batería). Y no es precisamente una historia que vaya a perderse en el tiempo. El concierto será grabado para un venidero documental sobre la historia del grupo, y para dar forma también a su último disco tras el catálogo formado por Jirafa Ardiendo (1998), Siesta (2000), Persona (2003) y Pulmonía (1998): la primera grabación en vivo de su carrera.
-Un show extenso. Muy extenso, de más de dos horas, con treinta canciones. Creo que van a quedar con sobredosis de Jirafa y no van a querer más. Va a quedar cumplido el objetivo -sonríe el guitarrista.
El último acorde de la última canción
Canciones perdidas en el catálogo de Jirafa volverán a oirse en vivo por última vez, como "Brillante" y "Babossa", de Siesta, o "Hiperacusia", "Nuco rey" y "Oruga", de Persona, y con cuatro ex integrantes: el fundador baterista Emilio Guillén, el guitarrista Juan Manuel Méndez, el baterista y chinchinero Peter Estay y el baterista Vicente Rosati.
Entre los demás invitados la lista es amplia: la cantante Javiera Parra, el cantante y guitarrista Felipe Cadenasso, de Matorral; el cantante y guitarrista Ángelo Pierattini, de los disueltos Weichafe; los cantantes Javier Barría y Manuel García; Leo Saavedra, cantante, pianista y guitarrista de Primavera de Praga; Pedro Pablo Silva, cantante y flautista de Amongelatina; Manuel Manu Burgos, bajista de Golem; Ricardo Callealta, cantante de Phono; Diego Gilabert, guitarrista de Cabaret Nobelle, además de un conjunto de cuerdas y dos bronces, de una posible actuación de Claudio Narea y la presentación de Sergio Freire, integrante del elenco de "El club de la comedia".
-Él (Freire) es seguidor de la banda -explica Roberto Estay-. Lo han llevado a radios y pone a Jirafa dentro de sus canciones preferidas. Y los invitados dan cuenta de la variedad. Puedes juntar en el mismo escenario a Javiera Parra con Pierattini y con Manuel García.
-De una u otra manera están todos relacionados -agrega Alejandro Pino-. No hay nadie gratuito
-¿Es el show más difícil que van a haber dado?
Pino: Sí, en producción musical demanda. Venimos con el vuelito del lanzamiento de Pulmonía, en el Cine Arte Alameda, pero esto tiene un componente emotivo tan fuerte que es distinto a todas luces.
-¿Cuál es el estado de ánimo antes de algo así? ¿Uno está emocionado, triste, entusiasmado, alegre, aliviado?
Estay: Todo lo que dijiste.
Pino: Hemos pasado por todo eso.
-¿Por qué aliviado, por ejemplo?
Estay: Hay música que he estado haciendo y ya la veo de otra manera, con una libertad absoluta. Son detalles que antes no veía. Nos sentíamos libres y era muy ecléctico, pero había algo que era de Jirafa, tenía un rango. Ahora eso está totalmente abierto y cuando hago una canción nueva siento un poco ese alivio. Pero al mismo tiempo creo que vamos a estar ese día aguantándonos la perita. Y felices si sale todo bien, porque qué bueno que quede un registro, dejar sentado por qué se hizo música catorce años y que aun así haya gente que todavía ni siquiera nos conoce. Que para nosotros era algo súper clave.
-¿Y cómo se va a entender eso en el documental, por ejemplo, cuál es la respuesta?
Estay: Es compleja. Va a ser más bien entregarle el material a la gente.
Pino: Que el espectador pueda completarlo. Eso va muy de la mano con cómo ha sido Jirafa. Las letras las completas tú, las canciones no son papita para la boca. Finalmente te vas a dar cuenta de cómo una banda como ésta dura catorce años, los diferentes aspectos creativos y también los altos y bajos. Cómo se maneja una banda a nuestro nivel, sin pensar en la masividad, para sacar cuatro discos, para ir a tocar a Argentina, a España, a Francia.
Estay: Nosotros mismos vamos a tener distintas formas de ver ese tema de aquí en adelante. Nunca nos hemos acomodado, y ni siquiera ha sido por una intención rupturista, sino porque éramos así y queríamos hacer nuestra música.
-¿De hecho no lo ven como un objetivo no cumplido?
Estay: Para nada.
Pino: De hecho no es motivo de separación de la banda. El discurso siempre se ha mantenido a través de los años: no hay un plan maestro, no buscamos ciertas cosas que a lo mejor otras bandas están buscando para validarse a través de ellas. Nosotros nos estamos validando netamente a través de nuestras canciones, y así encontramos a una gran cantidad de seguidores y con eso nos sentimos muy satisfechos también.
-¿Cómo definirían la relación que tuvieron con ese público?
Estay: Como una comunidad importante. En esta relación entre el público del grupo y Jirafa se da algo muy especial, ahora último es una cosa casi generacional, que estén saliendo comunidades que luchan contra esa globalización entre comillas, que pretende aunar y estandarizar todo en una sola cosa.
Pino: Siempre ha funcionado así. Como un núcleo con una cubierta protectora de amigos, de músicos. Y con contrastes que te permiten no perder la capacidad de asombro frente a las cosas. Siempre te mantienes expectante, abierto a las nuevas experiencias.
Estay: Mucha gente nos habla de la "lucha" de hacer música acá. Nos han dicho "Ustedes son un ejemplo, cómo se han mantenido todo estos años".
-¿Y para ustedes fue una lucha, es algo medio heroico?
Estay: Yo creo que tiene algo de las dos cosas. Porque hay también una necesidad básica, por lo menos en mi caso. Es hacerlo o hacerlo, no más.
-¿Entonces por qué se acaba el grupo si está esa necesidad?
Estay: Porque justamente, yendo más allá de las cosas concretas, situaciones familiares, proyectos musicales individuales, se acaba esa energía que merecía Jirafa para existir. Se hace difusa esa energía. En ese sentido algo de lucha tiene de todas maneras, una energía que hay que concetrar para hacer esto bien.
-Pero ustedes han sacado la cuenta de que hubo una crisis poco menos que antes de cada disco nuevo. ¿Algo es distinto ahora?
-Algo es distinto, sí. Creo que empezamos a mirar demasiado para el lado -sonríe Alejandro Pino. De hecho entre los planes futuros de los integrantes, musicales y no musicales, Roberto Estay seguirá componiendo como solista, Arturo Rodríguez formará una familia y se establecerá en Europa; el bajista ya opera a tiempo completo como ingeniero de sonido y dueño de los estudios Primate, y el baterista continuará trabajando con su grupo previo, Cabaret Nobelle.
-También dijeron que algo de tristeza hay en juego. ¿Cómo van a tomar eso?
Pino: Yo creo que cada uno de nosotros lo va a pensar distinto. Con Roberto estábamos pensando en qué va a pasar en el último concierto cuando toquemos el último acorde de la última canción. Y sabes que no vas a ensayar ni a tocar nunca más con un grupo que estuvo catorce años contig.
Estay: Y más encima el último momento de Jirafa va a quedar registrado. Con la gente. Va a ser como invitarlos a acompañarnos en esto, a que terminemos junto con ellos.