Hay muchos motivos por los cuales Picnic Kibun es un grupo único, y su nombre puede ser el más llamativo pero ni siquiera el más determinante. Por difícil que parezca a estas alturas, el efecto de este grupo chileno es desmontar buena cantidad de esquemas gastados y aburridos entre el rock, el pop y la música para bailar. De modo que, por ejemplo, el mismo integrante toca la guitarra o el bajo, en un atentado a la alineación cliché de un grupo de rock. Si se trata de pop, aquí se oye un despliegue de creatividad de lo más minucioso entre sonidos funk, disco o hip-hop. Y si es por bailar, el impulso por moverse al ritmo de esta música es inapelable e instala el mejor atentado: claro que Picnic Kibun es un grupo, pero se comporta como un DJ.
Todas esas variedades en este primer disco cuadran con la alineación del grupo, entre Harvey Jones, un cantante japonés con largos años de vida en EE.UU. y capaz de cantar y rapear aquí en su idioma natal aparte de en inglés y español; el bajista y guitarrista Juan Necochea, que pone en juego el carácter funk de sus dos instrumentos; y la dupla que se oye imbatible entre Cristóbal Korenblit y Eduardo Vila-Echagüe a cargo de teclados, máquinas y programaciones. No por nada los dos han trabajado en paralelo como Blit y Herbie West respectivamente, y aquí vienen a juntar sus destrezas en unas bases que nunca se van a quedar quietas, llenas de detalles, quiebres y cambios en texturas y timbres.
Y encima sirve para bailar. Salvo una canción, la más melódica "Pink and blue", todo Fiebre tagadá está conectado a la pista de baile, en distintas intensidades. Puede ser una especie de síncopa reggae con calipso en "Fosforito chino", o más rockero y electrónico en "Fuck art let's kill", o hasta un twist playero en "Amused to be used". Puede ser perreo con todas sus letras, cuando Harvey Jones canta sobre "labios licking labios" o "pussy" y Picnic Kibun se pone reguetonero con todas sus letras en versos como "Mamita, no te pongas fina / que a ti te gustan las cosas cochinas / guacha, me gustas borracha / lista para el ah-ah". Y puede tener un sonido más pesado en "Drop your panties" y en "Mawashite", donde se oye un sample del verso "Oh Mickey you're so fine you blow my mind", de "Mickey", ese hit de 1981 de la cantante Tony Basil, pero tan microintervenido que al final bien podría ser una alucinación. Como varias otras provocadas por el uso de Picnic Kibun.