Américo demostró ante un público multitudinario que su categoría está en alza. Es, prácticamente, un número puesto para el próximo Festival de Viña del Mar.
El MercurioSi Américo, la sensación del momento de la música tropical y romántica, tiene como meta el próximo Festival de Viña, ayer al menos cruzó sin problemas el primer peaje rumbo al evento: se metió en el bolsillo al público del Teatro Teletón, en el primer concierto de envergadura que ha ofrecido en la capital. Aunque se trata de un veterano de los ritmos bailables y sufridos -por años fue el vocalista del grupo Alegría-, el artista de Arica está en pleno apogeo.
La efervescencia y la energía fueron los principales ingredientes de un número sorprendente, poderoso, de absoluto profesionalismo. Sus diez músicos estuvieron impecables, mientras el montaje de luces y pantallas aspira traspasar fronteras. Influenciado por Marc Anthony, Américo es el tipo de cantante que impone clase al género tropical, encarnando una suerte de crooner de corazón estrujado.
Tal como el marido de Jennifer Lopez, exige piruetas mortales a su garganta. No siempre obtiene un diez, pero es probable que el exceso de entusiasmo (la cita fue filmada para un DVD), haya sido responsable de un par de traspiés menores. Detalles para un artista que se pasea con y certeza por una suerte de crossover que incluye salsa, pop y boleros, que exhibe experticia para comunicarse con la audiencia, y atento a la correcta cobertura del escenario.
Con éxitos como "Que levante la mano", "Te vas" y "Me olvidé de tu amor", mas tributos a José Luis Rodríguez, Luis Fonsi y Chabuca Granda, todos interpretados con un seguro toque personal, Américo se reveló como una promesa deseosa de abandonar la categoría de cheque a fecha. El talento está de su lado para empezar a cobrar.