El jueves llega a las tiendas chilenas la esperada nueva novela de Isabel Allende. En algunas, ya se pueden hacer reservas.
EFEBOGOTÁ.- La escritora chilena Isabel Allende dice haber plasmado en su nueva novela, "La isla bajo el mar", una verdadera "obsesión por la libertad" que ha marcado su vida, según cuenta en una entrevista que publica hoy el diario colombiano "El Tiempo".
"Mi vida está marcada por la obsesión de la libertad (...) Toda forma de opresión e injusticia me toca en lo personal y la esclavitud es, por supuesto, la forma más extrema. Tenía que escribir este libro. Creo que Zarité, la protagonista, nació de mi costilla", dice Allende, una de las escritoras latinoamericanas más leídas en el mundo.
La novela llega en los próximos días a las librerías de toda Hispanoamérica, y en muchas de ellas ya está siendo reservada por los miles de seguidores que tiene la chilena. En Chile, la fecha de arribo del libro a las tiendas es el próximo jueves 20 de agosto, día de la presentación mundial.
Allende dice haberse "encontrado" en la ciudad estadounidense de Nueva Orleans con Zarité (Teté), la esclava que protagoniza su nueva obra. El encuentro ocurrió mientras escribía su novela "El Zorro", en 2005.
"Nueva Orleans recibió a comienzos del 1800 una fuerte inmigración de franceses que escaparon de la revolución de los esclavos en la colonia de Saint Domingue, que hoy es Haití", explica la escritora.
A medida que investigaba, Allende sintió la necesidad de plasmar la crueldad que se vivió en esa isla, a la que llegaban unos 30 mil esclavos anualmente.
"Ella encarna la libertad del espíritu, una fuerza poderosa como un huracán", comenta la escritora sobre Teté, a quien Madame Delphine vendió, cuando era muy niña, a Violette, para que sirviera en la isla a su amante, el terrateniente francés Toulouse Valmorain.
Según Allende, "la peor forma de esclavitud" en América Latina "se dio en Saint Domingue, donde había 34 mil personas libres y medio millón de esclavos".
"La idea de los plantadores era explotar a los esclavos a muerte, si duraban cuatro o cinco años se daban por satisfechos, porque era más rentable reemplazarlos por carne fresca traída de África", agrega.
"A pesar de todo eso, Haití fue la primera república independiente de América. La gente de Haití es amable, creativa, maravillosa; es una tragedia que ese país esté arruinado", reflexiona la autora.
Además, enfatiza que no hay que olvidar que "todavía existe la esclavitud, aunque se procure ocultar. Todavía venden gente, especialmente mujeres y niños. Son seres invisibles".