Benjamín Vicuña en misión humanitaria a Haití: "Queremos traspasar la postal de la miseria"

SANTIAGO.- De formar parte de elencos teatrales y televisivos locales en sus inicios, Benjamín Vicuña es hoy una auténtica estrella de alcance internacional, que pone su rostro ante los flashes que le disparan en eventos de distintos puntos del continente.

Pero, como buen astro de estos días, el actor no podía canalizar ese capital únicamente en beneficio de sus contratos, sino también ejerciendo de forma activa algún tipo de función humanitaria; en su caso, principalmente como embajador de la Unicef, rol que fue invitado a desempeñar hace cinco años.

En ese contexto es que el protagonista de "Isla 10" viaja en estos momentos a Haití (despegó a las 22 horas de anoche), donde buscará empaparse de la crítica realidad que se vive en ese país, para además realizar un documental al respecto.

"Fue una invitación a mí como embajador de Unicef y pudimos incluir a un equipo que encabeza Gabriel Díaz, de "Humanos en el camino". La idea es que a través del documental podamos generar conciencia de lo que está sucediendo en un país hermano, que tiene tasas terribles de pobreza, de mortalidad infantil, traspasando la clásica postal de la miseria haitiana. Queremos ver un lado más colorido, de mayor esperanza. Por eso se enfoca en los niños, que son los que podrán cambiar la realidad y el presente de ese país", cuenta.

El registro sería inicialmente emitido por Chilevisión, "y después puede seguir por el circuito de documentales. Ojalá nos sorprenda. Está la posibilidad de que se transmita en Argentina, porque habla de los voluntarios latinoamericanos en Haití, que luchan por una solidaridad sin fronteras".

-Ésta no es la primera vez que tienes la experiencia de enfrentarte a dramas humanos, a los dolores de las personas. ¿Qué experiencias crees que eso te ha ido dejando?
-Claro, he tenido el trabajo en terreno de Unicef por cinco años, y lo que he podido hacer en Argentina, que más allá de la calle Corrientes tiene mucha pobreza. Estas experiencias me fortalecen, me nutren como ser humano, me conectan con la gente y me permiten sensibilizar con una realidad, un "lado b", un conexto doloroso. Ojalá que a través de este tipo de registros permitamos que la gente no pierda la capacidad de asombro.

-Imagino que grabando en un lugar que no es Argentina o Chile vas a poder conectarte de manera más profunda con la gente, con personas a las que tu rostro no le es tan familiar...
-Sí. La idea es sintonizar con las personas, con los casos. En ese sentido ya hemos visto casos muy representativos, y desarrollamos toda una logística que nos permita llegar lo más al fondo de esta experiencia, más allá de la clásica postal de la miseria de Haití. Yo voy como un voluntario más, como muchos anónimos chilenos del Ejército o de América Solidaria.

-¿Hay experiencias similares que ya tienes agendadas para el futuro?
-Estamos lanzando una campaña en Chile que buscará combatir la violencia contra los niños y el trabajo infantil, promover los derechos de los niños. Y hay otro documental que estamos pre-produciendo, que tiene que ver con el conflicto en Palestina, y una vez más enfocado en los niños. Eso sería para octubre, con el mismo equipo con que ahora vamos a Haití.