Hay un vínculo chileno en la historia reciente de Kenny G, estrella mundial del saxo melódico acaramelado. Es Bárbara Muñoz, única cantante invitada al nuevo álbum del músico estadounidense, la misma que salió de alguna versión del programa local "Rojo", que se radicó en México y que cae parada en el disco de Kenny G, porque es disco "latino", titulado Rhythm & romance y lanzado en 2008.
-Tiene una hermosa voz -comenta el propio G, ahora que está en Santiago para dar un concierto este martes 1 de septiembre-. No la conocía. Necesitábamos una parte vocal y mi amigo Walter (Afanasieff, productor de disco) dijo: "Conozco a la cantante. Traigamos a Bárbara Muñoz para hacerlo". Y cuando la escuchamos dije "Whoa, qué voz". Esa canción debería ser un gran hit.
Esa canción se llama "Mírame bailar", y es una de las doce del nuevo disco. Kenny G es el hombre que vendió al mundo el sonido de su saxo soprano envuelto en los mismos rizos ultracuidados que muestra esta mañana de lunes en el hotel Sheraton de la capital, y "Silhouette" y "Songbird" son sus grandes hits. Pero ahora sus canciones tienen nombres como "Salsa Kenny" o "Tango", al lado de los boleros "Sabor a mí" y "Bésame mucho" grabados en compañía de expertos del tipo de los percusionistas Álex Acuña y Paulinho da Costa, peruano y brasileño respectivamente.
-Conozco a Alex Acuña y he trabajado con Paulinho da Costa por años y somos buenos amigos. Trabajar con gente realmente buena en sus instrumentos hace todo más fácil. Cuando toco mis canciones no me gusta que los demás tengan que aprenderlas, y estos tipos no tienen que aprender nada: ellos ya saben -dice G y chasquea sus dedos.
-De algún modo tú aprendes algo de ellos, en este caso.
-Yeah, es cierto. Llegábamos a una combinación entre todos. Porque no quiero que éste sea sólo un disco latin, quiero que sea mi disco. Incluso si alguien dice "Eso no es auténtico", eso es bueno: me encanta que no lo sea. No quise ser auténtico. Hay un millón de tipos que pueden tocar el ritmo latino perfecto. Está lleno de ellos. Pero ¿qué si quiero cambiar eso, y hacer algo que no sea auténtico, pero que sea diferente?
-¿De dónde viene la inspiración para grabar un par de boleros o una canción llamada "Tango"? ¿Tienes autores o compositores favoritos de tango o de bolero?
-No, nada de eso. Sólo quería probar. No quería recibir la influencia de otra gente. Mi amigo Walter (Afanasieff) ni siquiera es latino. Somos tipos blancos. Así que dijimos "Bueno, escribamos canciones latinas bonitas". Sólo tú y yo. Y nos sentamos y escribimos las canciones.
-¿Y qué es una canción latina bonita?
-Bueno: ritmo y enamoramiento -define, tal como se llama la canción que da título al disco: "Rhythm & romance"-. Para mí ésa es la canción. Porque tiene una bonita melodía, y luego algo de ritmo… es una canción perfecta. Si podíamos hacer esa podíamos hacer el resto. Como "Tango", que no es un cover: es original.
-O por ejemplo otra llamada "Peruvian nights". ¿Cómo es una noche peruana perfecta para ti?
-Nunca he estado en Perú. Bueno, es difícil pensar en nombres de canciones. Son instrumentales: qué nombre les vas a poner. Así que tienes que inventar algo. El ritmo es peruano, porque lo hicimos con Alex Acuña, y él está en Lima ahora, así que la vamos a tocar en Lima en unos días.
-O sea vas a ser tu primera verdadera noche peruana. ¿Qué pasa si no se parece mucho a la canción?
-Ya no puedo cambiarle el nombre, es demasiado tarde para eso. Tendré que escribir otra -se ríe.
En sus propias palabras: Kenny Z
-¿En general cómo es venir con estas canciones "latinas" a tocarlas en los verdades países "latinos"? ¿Más difícil que tocarlas ante un público estadounidense?
-Es más fácil. Porque la gente conoce mejor los ritmos, y pienso que responden mejor a ellos. En Estados Unidos si no suena en la radio es difícil. Una de las canciones sí fue muy popular, llamada "Sax-o-loco". En las radios de música instrumental se mantuvo en el número uno todo el año pasado.
-Está "Sax-o-loco" y también "Fiesta loca". ¿Fue algo loco grabar este disco?
-No, no fue tan loco, no. Vamos al estudio, nos sentamos en la sala, hablamos sobre lo que vamos a hacer, luego ensayamos y escuchamos lo que hicimos. Somos profesionales.
-¿Y fue mejor recibido por el público hispano o por el de habla inglesa en EE.UU.?
-Por el de habla inglesa. Pero sólo por la difusión radial. Las radios latinas no tocaron mucho el disco. Ellas quieren más voces, música latin más pop. Las radios más grandes en EE.UU. son las de habla hispana, pero se tratan mucho más de noticias y de programas de conversación. Y cuando ponen música es -en este punto Kenny G empieza a percutir un ritmo animado con las palmas- tara tatara tiru liru liru, ¡hola!, bla bla. Siempre es así. No es -y ahora G se imita a sí mismo-, tarara raaaaa… zzzzz. No quieren escuchar eso.
-No estarás diciendo que tu música es para dormir.
-Estoy diciendo que no tengo tanto respaldo ni difusión porque el público latino es gigante en EE.UU., pero no han tenido la oportunidad de escuchar mi música.
-¿Considerando todo eso, por qué quisiste hacer esta música?
-Un artista tiene que hacer cosas distintas. Tienes que ir a un lugar diferente. Jim Carrey hace películas divertidas y luego hace una película que no es divertida para nada. Porque tiene que hacerlo. Tom Cruise: acción, acción, acción, acción. Pero luego hace una película como Valkyrie (2008), que es muy seria. Tiene que hacerlo. Para mí hacer música siempre melódica, suave, "romántica"… hay tantos otros saxofonistas que hacen smooth jazz (jazz suave)… ¿lo llaman smooth jazz acá?
-No es una expresión tan común. ¿A ti te gusta?
-Ni me gusta ni me disgusta. No me importa. Prefiero llamarlo instrumental. Y hay mucha gente haciendo música instrumental. No estoy diciendo que me copian: no voy a decir eso. Pero creo que fui uno de los que empezaron ese sonido, y ahora que ya está aquí tengo que seguir en movimiento, porque si no me voy a volver uno más. Y no quiero hacer eso.
La nota que dura
En 2008 se cumplieron diez años de la edición de "Silhouette", el mayor éxito en la carrera de G, la canción en la que además el saxofonista ejecuta su célebre nota de más de quince minutos de duración gracias a la técnica de respiración artificial, con la que batió un récord al respecto en 1997.
-"Silhouette" es una canción importante aquí, ¿correcto? -testea-. ¿Es mi canción más famosa?
-Aquí sin ni una duda. ¿No es así en todas partes?
-También está "Songbird". ¿Qué otras canciones son populares? ¿Qué tal una llamada "The moment"?
-"Silhouette" es la más popular.
-"Silhouette" es posiblemente la canción que más me gusta tocar. La tocamos en cada concierto. La gente podrá disfrutarla mañana.
-¿La gente podrá disfrutar de esa nota larga también?
-Sí. Durante la canción "Silhouette".
-¿Cuántos minutos puedes durar?
-¿Tú dices mañana?
-No, el récord que tienes.
-Cuarenta y cinco minutos.
-¿Ese récord fue en un escenario, en un concierto?
-En realidad fue en una tienda de discos, en Nueva York. Y fui sólo para tocar la nota. Había público ahí, como cuatrocientas o quinientas personas, y tuve que explicarles antes de tocar, "éste es el concierto más aburrido que habrán visto en sus vidas: sólo voy a tocar una nota. Así que pueden ir a comprar, elijan algunos CDs, dense una vuelta y no presten atención porque es aburrido, y me voy a sentir mal por ustedes". Se rieron, por supuesto.
-¿Y fue aburrido?
-Fue aburrido para mí. Es físico. Ni siquiera se trata del aire, se trata de la boca. La respiración es la parte fácil.
-¿Es aburrido hacerlo cada vez en vivo entonces?
-No, porque lo hago por unos pocos minutos. Y también voy mirando al público, veo sus caras, sus risas. Nada en mi concierto es aburrido, ésa es mi obligación. Puede ser aburrido para mí, pero no para la gente que me vea tocar.
G no se duerme en esos laureles. "Siempre he pensado en algún día romper mi record y tocar una nota de una hora", dice. "No quiero morir antes de haberlo hecho, tal como un atleta quiere romper su marca, como (el nadador) Michael Phelps quiere mejorar en un segundo su tiempo, o como estoy seguro de que (el golfista) Tiger Woods quiere batir también su récord de torneos ganados".
-¿Por ahí la música no se termina pareciendo más a un deporte?
-Es un deporte, en ese sentido. El deporte y el arte son muy similares. Cuando Tiger Woods hace flotar en el aire a una pelota de golf para que describa una curva precisa, eso es artístico. Tal vez cuando yo grabe un disco que de verdad quiera promocionar haré eso (una nota sostenida durante una hora). Y todo el dinero de la gente que compre el disco durante esa hora podría ir a una fundación de beneficencia o algo así. Sólo para hacer algo estimulante.
-Hasta podrías grabar un disco con eso.
-Claro. "Hey, cariño, pongamos este nuevo disco. Yeah. Tomemos una copa de vino". Taaaaaaaaaaaaaa… "¿No es romántico?" … aaaaaaaaaaaaaaaaaa. Pero te aseguro que sería un disco muy barato. Creo que 99 centavos sería el precio correcto. No puedes pagar más de 99 centavos por una nota.