La voz

Primero fue una instalación sonora, una escultura y hasta un estudio de grabación instantáneo. Pero sobre todo fue literalmente un encuentro. "La voz" es la obra que el artista chileno Cristóbal Gajardo presentó entre el 17 de julio y el 7 de agosto pasados en la Galería Metropolitana de la comuna santiaguina de Pedro Aguirre Cerda, y que consistió en grabar a vecinos de las más diversas edades y gustos musicales en el barrio, cuyas voces fueron procesadas luego por músicos ligados al sello Jacobino Discos. Ahora La voz es un disco, y funciona como una foto real de personas a las que les gusta Daddy Yankee, Rakim & Ken Y, Jonas Brothers o RBD y al mismo tiempo como un experimento sorprendente.

Un niño habla puertorriqueño con acento chileno. El dúo entre Antonia y Sofía se apropia del reggaetón a su modo. Valeria va más allá y se lanza sola a cantar en un inglés único e irrepetible aprendido sobre la marcha de puro escuchar la radio o de ver videos, y llega a emocionar por lo dulce de la voz. Varias de estas vecinas recrean a Violeta Parra en distintos estilos personales, y otra de ellas, que se llama Evelyn, se remonta al folclor afroperuano para cantar "Toro mata". María y Don José -no es paternalismo, así está anotado en los créditos del disco- cantan dos tangos sentidos desde el alma, tal como Desde el Alma se llama el grupo de hip-hop que viene justo a continuación de Don José en un acierto de contraste y continuidad al mismo tiempo, seguido pocas pistas después por otra dupla de raperos, Factor H y Astro, que terminan en el fragor de la improvisación y hacen todo con la boca: las rimas por supuesto, pero también los ritmos y los bajos.

Todo el barrio viene y canta aquí a capela. Pero La voz no son sólo las versiones de los vecinos. En medio aparecen las intervenciones, cuando los integrantes del dúo Aves de Chile toman a la misma Valeria y la recortan y reconstruyen primero con un coro fragmentario y luego con un ritmo de fondo. Montaña Extendida toma a otra de las niñas para remezclarla y reproducirla en serie en distintos episodios, con más o menos la dinámica de una alarma de auto descontrolada, y en este caso además hackeada. El trío La Golden Acapulco pone a volar a la misma Evelyn que cantó "Toro mata", del folclor afroperuano, en una remezcla llamada "Las marihuanitas de la PAC Dab" que llega hasta sobrevolar por Jamaica a bajas revoluciones. Ahorcarte hace una versión extrema para despedazar algo que parece haber sido un éxito de la radio alguna vez, y Ensayos Nucleares pone a sonar en diez minutos a la vecindad completa, todos juntos y al mismo tiempo. Es música viva del barrio, en máximo estado puro y bajo máxima intervención, realidad y experimento todo junto. La voz es como salir a escuchar el sonido de la calle y con la música más inaudita sonando al mismo tiempo en los audífonos. Difícil imaginar un disco más vivo y más real que éste.