Atkins apenas pudo escuchar su condena, adormilada en la camilla en que pasa sus últimos meses de vida.
ReutersLOS ANGELES.- Un comité de evaluación de California denegó este miércoles de forma unánime la petición de libertad condicional para Susan Atkins, condenada por el asesinato de la actriz Sharon Tate hace 40 años y que sufre de un cáncer terminal.
La decisión de los doce miembros del comité se tomó a última hora del miércoles después de una larga audiencia, durante la cual Atkins permaneció dormida en una camilla casi todo el tiempo, detalla el diario "Los Angeles Times".
Es la segunda vez en los dos últimos años que se le niega esa posibilidad a Atkins, que fue condenada a muerte junto a otros seguidores de la secta de Charles Manson por el brutal asesinato de Sharon Tate, esposa del cineasta Roman Polanski, y de otras seis personas en agosto de 1969.
Sin embargo, la pena fue conmutada a cadena perpetua cuando el Tribunal Superior estadounidense suspendió temporalmente la aplicación de la pena de muerte en 1972.
Atkins, de 61 años, fue quien apuñaló a Tate, embarazada de ocho meses, en uno de los crímenes con mayor repercusión del último tiempo, y uno de los hechos más macabros ligados a reconocidas figuras del mundo del espectáculo.
En el juicio, Atkins argumentó estar bajo los efectos del LSD en el momento del asesinato, pero no mostró arrepentimiento hasta una revisión de su condena años después.
Según explicó la propia Atkins a las autoridades en 1993, Tate rogó a sus asesinos que dejaran con vida al bebé que esperaba. "Le dije que no tenía misericordia de ella", contestó Atkins, según sus propias palabras.
La convicta, que permanece en una cárcel de Chowchilla, ha pasado 37 años en prisión, más que ninguna otra mujer actualmente prisionera en el estado de California, según las autoridades locales.
Actualmente Atkins está considerada como una prisionera modelo, conocida por ayudar a otras compañeras de celda. Ha estado casada con un abogado de Orange County durante los últimos 21 años.
Hoy día, además del cáncer cerebral que sufre, vive postrada en una cama con una pierna amputada y otra paralizada. Según los médicos, le restan apenas unos meses de vida.