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Hay artistas que, independiente de la forma en que hayan pavimentado su camino, de pronto se encuentran en una particular coyuntura: Un sello multinacional se interesa en ellos, les pone el rótulo de "prioridad" e incluye sus nombres como ítem relevante en el presupuesto, con la pretensión, a fin de cuentas, de que sus canciones se multipliquen por las radios de todo el continente.

Es lo que hoy le sucede a Koko Stambuk, ex líder de Glup! y luego exitoso productor y compositor para terceros, pero que ahora redirecciona sus esfuerzos hacia una carrera solista en la que hay varias fichas puestas. Sin embargo, el cantante no se deja embriagar. "Trato de ver esto como algo circunstancial. Hacer cada día lo que te toca hacer es lo realmente importante, más allá de firmar y que te den prioridad regional. Ésas son promesas, expectativas que se pueden cumplir o no, pero son peligrosas, porque distraen mucho, te llenan la cabeza de tonteras. Hoy más que nunca, por los cambios de formato, hay que trabajar harto", dice.

Y eso es precisamente lo que está haciendo de la mano del disco que ya tiene listo, y que en las próximas semanas debería transformarse en su debut como solista. De ese venidero álbum ya suena el single "Valiente", una canción de rasgueos, melódica y romántica, pero que según Stambuk, tiene poco que ver con el espíritu global del disco.

"Ésa es la canción guitarrera y media nice que tiene el disco. El resto son cosas bien extrañas, una diferente a la otra. Es un disco eclectiquísimo. Hay hasta boleros, pero hechos de forma más alternativa. Grabé con mariachis, pero les puse un desorden absoluto. Los pobres sufrieron un poco, pero lo pasaron muy bien. Traté de agarrar eso, que es más clásico, y ponerle lo mío, que viene más de lo alternativo. La combinación de esas dos cosas en una canción pop resulta bien extraña, aunque traté de atajarlo por todos lados para que fuera digerible", explica.

Ésa es una de las caras de Koko Stambuk hoy. La otra es un poco más contenida y cuidada, y es la que lo tiene en México trabajando como productor y compositor para artistas tan populares como Luis Fonsi o Reik, tras poner su firma en Chile a proyectos como Supernova o Stereo 3.

-Teniendo éxito en ese trabajo, y después de liderar un grupo tan conocido como Glup!, ¿qué te motivó a empezar una carrera en solitario?
-Ha sido un proceso medio natural, de a poquito fui acumulando canciones en el camino, y no sabía muy bien si quería trabajarlas con una banda o solo. Pero como he estado pasando por un momento de mucho viaje, y trabajando para otras personas, de repente era más cómodo hacerlo como solista. A pesar de que a veces me daba un poco de miedo, finalmente pensé que podía ser mejor.

-¿Todas las canciones de tu disco nacieron para quedarse contigo, o alguna pensaste en entregarla a otro artista?
-Yo diría que el 90 por ciento las hice para mí. Entre medio hubo un par de canciones que quisieron dárselas a otros artistas, pero finalmente se volvió algo íntimo, así es que decidí agarrarlas y dejarlas para mí. Son canciones que fueron compuestas para mi disco. Incluso "Valiente" me la pidieron para otro artista, y tal vez habría sido mejor por una cosa lucrativa, pero preferí guardarla, dejarla en mi disco, y terminó siendo el primer sencillo.

-La gente que te sigue desde Glup!, ¿crees que podrá reconocer el sello del grupo en tu disco?
-Yo quería que no, pero como productor me he dado cuenta de que lo que pone el sello a un grupo, a un cantante, un estilo o lo que sea, es la voz. Los instrumentos pueden cambiar, las canciones pueden ser diferentes, pero mientras exista una voz vas a recordar cosas anteriores. Igual hay cosas divertidas de Glup!, una especie de ironía que tenía el grupo, que queda ahí y está en algunas canciones. No fue buscado, pero en algunas canciones hay una onda que queda.

-¿En qué pie queda tu trabajo como productor, ahora que también debes preocuparte de tu propia carrera como solista?
-Trato de dar el cien por ciento a mi disco, pero igual estoy involucrado en dos proyectos más. Intento no meterme en más de dos a la vez, aparte de mi disco, para poder dar el cien por ciento en todo. Prefiero no contar mucho al respecto todavía, porque en el camino algo puede pasar, pero estoy empezando a componer y son artistas importantes, así es que tampoco quiero funarles la sorpresa. En algunos casos me involucro más y en otros simplemente me piden que mande una canción, sin tanta comunicación. Con (Luis) Fonsi, por ejemplo, fue más cercano. Con Reik no pude venir a Argentina, pero mandé la canción, le gustó y la siguió trabajando Cachorro (López), con quien yo siempre trabajo y tengo muy buena onda. Para esas cosas, confío más en él que en mí. Simplemente la mando y le digo que haga lo que quiera.

-¿Y cuál de los dos formatos te acomoda más: El del encargo, o el trabajo más involucrado?
-No sé si es más cómodo, pero me gusta más que nos juntemos, conversar, ir a comer y al final del día hacer algo. Así también es más fácil involucrar a la otra persona, porque obviamente se compone mejor solito, pero para mí es más interesante ver la cara que el otro pone, preguntarle qué palabra se le ocurre cuando falta una. En el caso de Fonsi, se ve muy sencillo, pero es un tremendo músico, no sólo un gran intérprete. Tiene una percepción musical muy rica del jazz, de la música negra, tira diez mil ideas. Es explosivamente creativo, yo me sorprendí. Sabía que era buen cantante, que tenía una carrera sólida, pero no que era tan capo.