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Subastarán objetos personales y propiedades de Ingmar Bergman

Desde sus casas en Faro hasta las piezas de ajedrez usadas en "El séptimo sello", todo está a la venta según la propia voluntad que el cineasta dejó por escrito en su testamento.

10 de Septiembre de 2009 | 10:41 | DPA
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Ingmar Bergman dejó claramente por escrito su intención de subastar sus pertenencias.

EFE
ESTOCOLMO.- La cama matrimonial del cineasta Ingmar Bergman podría ser una ganga si nadie supera la oferta de partida de 50 euros (72 dólares): el 28 de septiembre la casa de subastas Bukowskis ofertará 337 piezas del legado del director de cine y teatro fallecido en 2007.

La subasta está contenida en el testamento de Bergman. "Esta es mi primera voluntad, y no quiero discusiones al respecto ni ningún tipo de sentimiento de duelo", dice en el texto el artista sueco, fallecido con 89 años.

Para desesperación de quienes lo sobreviven, esta "firme voluntad" de venta incluye su domicilio completo en la isla del mar Báltico de Faro.

Quien así lo desee podrá pujar por todo tipo de objetos de la vida cotidiana de Bergman, elegido "el mejor director de todos los tiempos" en Cannes.

Junto a objetos banales como piezas de porcelana, un gastado sofá o su viejo Mercedes 500 SE, hay otros legendarios para los fans de sus películas, como las figuras de ajedrez -salvo el rey blanco, que falta- usadas en "El séptimo sello" (1957) para la famosa partida entre un caballero (Max von Sydow) y la Muerte (Benkt Ekerot).

La pieza más cara del catálogo (www.bukowskis.se) es un retrato del pintor noruego Edvard Munch del dramaturgo sueco August Strindberg, valuado en 350.000 coronas (49.700 dólares).

La venta de las tres casas de Bergman en Faro podría aportar a la familia hasta 100 millones de coronas (unos 14 millones de dólares). Bergman se enamoró de la pequeña isla al noreste de Gotland a principios de la década de 1960, cuando estaba rodando, construyó una amplia casa y utilizaba el establo reformado como cine privado, en el que veía dos películas por día hasta avanzada edad. El Instituto de Cinematografía de Estocolmo se las enviaba gratis a su casa.

Según el testamento de Bergman, las casas tienen que ser vendidas al mejor postor. Sus herederos, nueve hijos de cinco matrimonios y otro tipo de uniones, se atienen al texto.

Los esfuerzos de la Fundación Bergman por reunir los 28 millones de coronas de oferta mínima por las casas, para mantenerlas como propiedad pública, han fracasado. El gobierno se niega a ayudar, entre otras cosas por el capricho y testarudez del director, que es posible que con la frase de "al mejor postor" haya querido hacer subir el precio de venta a una fundación estatal.

Linn Ullmann, la escritora conocida internacionalmente e hija del cineasta y de la actriz Liv Ullmann (70), quiere comprar al menos el cine y la casa adyacente y evitar así la total "privatización". Junto con su marido y amigos noruegos ha ofrecido 6,5 millones de coronas en Christie's de Londres.

"Es inconcebible que no se pueda mantener como sitio cultural a Faro por en realidad poco dinero", dijo al periódico Dagbladet.

Las ofertas por las casas debían presentarse hasta el 20 de agosto, pero aún se desconoce a quién serán adjudicadas. El temor es que alguna persona muy rica y fan del director compre el lugar - escenario de varias de sus películas- para convertirlo en su juguete particular.

Actores que se hicieron famosos con Bergman como Erland Josephson (86) y Harriet Andersson (77) acusan al gobierno de Estocolmo. "Nos ponemos rojos de vergüenza por la miopía cultural y la enorme falta de tacto de los políticos suecos".
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