Teatro Municipal tendrá la belleza oriental de "Turandot"

SANTIAGO.- El Teatro Municipal capitalino estrenará este martes 15 de septiembre la famosa "Turandot", una de las más queridas óperas de Giacomo Puccini. El carácter épico de la obra, la magia de su atmósfera y la belleza de su partitura la sitúan como uno de los grandes clásicos de la lírica mundial.

La protagonista será la soprano Susan Neves en el rol de la princesa Turandot, mientras que Calaf estará a cargo del tenor Piero Giuliacci. La nueva producción es responsabilidad de los creadores argentinos Roberto Oswald y Aníbal Lápiz, y la música estará a cargo de la Orquesta Filarmónica, dirigida por Jan Latham-Koenig.

Belleza y magia oriental

En la búsqueda de temas para una nueva ópera fue que Puccini pidió a Giuseppe Adami, libretista de dos partes del “Tríptico”, y a Renato Simoni que se abocaran a ese trabajo. Simoni era un estudioso de la vida y la obra de Carlo Gozzi y como tal era autor de un libro basado en ese escritor veneciano del siglo XVIII. Fue así entonces como el tema para la nueva ópera de Puccini surgiría de una de las fábulas dramáticas de Gozzi, llamada “Turandot”, la cual estaba inspirada en antiguos cuentos orientales.

La música que compuso Giacomo Puccini (1858-1924) fue estrenada en la Scala de Milán el 25 de abril de 1926. En ese momento se encontraba en plena madurez, en el punto culminante de su extraordinaria maestría. Todas sus arias son de gran belleza y una de ellas (“Nessun dorma”, que canta Calaf), se cuenta entre las más brillantes de la literatura y habitualmente es interpretada por los mejores tenores en recitales y conciertos.

Una historia inconclusa

"Turandot" es una obra monumental, con gran despliegue escénico, que durante décadas ha cautivado por su música y su historia. En ella encontramos dos de las más queridas heroínas de Puccini: Liù y Turandot.

Puccini tardó cuatro años en componer esta ópera, su última e incompleta obra. Y no le fue fácil. “Esta infame Turandot me aterroriza y no la voy a terminar. No tengo ganas de trabajar. Turandot languidece… Busco otro tema… ¡Ese mundo chino!”, eran frases recurrentes en su correspondencia de aquellos días.

La escribió en tres actos. Comenzó a trabajar en el primero en enero de 1921 y terminó la orquestación en noviembre del año siguiente. Mientras trabajaba en la orquestación del segundo a fines de 1923, el dolor de garganta y la tos persistente empezaron a darle problemas. Sin embargo, decidió ignorarlo. En febrero de 1924 completó el segundo acto.

Durante los meses siguientes, Puccini trabajó rápidamente en la orquestación del tercer acto hasta la muerte de Liù. Con un dolor cada vez más intenso, en el otoño de 1924, empezó a trabajar con Toscanini, que iba a ser el director en el estreno. Pero faltaban dos escenas después de la muerte de Liù, porque el maestro quiso esperar al texto definitivo del dúo de Turandot y Calaf para escribir la transformación en la personalidad de la princesa.

Puccini aceptó, por fin, la cuarta versión del texto del dúo que el 8 de octubre de 1924 le entregaron los libretistas Giuseppe Adami y Renato Simoni. Dos días después, a Puccini se le diagnosticó un cáncer de garganta, enfermedad que terminó con su vida unas semanas después.