Esa patada que todos queremos dar

Sórdido y su rock con hedor a puerto es una definición que mandan al frente los propios integrantes de este trío rockero de Valparaíso para presentarse. Y cuadra con la distinción que hace el fundador del grupo, a tono con otra definición más gráfica.

-Hay dos momentos para encontrarse con Sórdido. Uno es escucharnos en MySpace o en el MP3 cuando vas caminando, y otro muy diferente es vernos en vivo. Es en vivo cuando somos nosotros y nos entregamos al cien por ciento, en lo que realmente significa pegarte la patá en el hocico.

Es palabra del baterista Cristián Lucero, iniciador de esta banda de rock pesado en 2007 en Valparaíso, a la que luego se han sumado Camilo Sarmiento (voz, bajo y guitarra acústica) y Cristóbal García (voz y guitarra). La actitud queda confirmada en su reciente disco, Episodios de un Valparaíso en llamas (2009), con su mirada del puerto a espaldas de los carnavales culturales y de su condición oficial de Patrimonio Cultural de la Humanidad.

-Puede de repente sonar cliché pero eso somos en vivo: subirnos a un escenario es un momento de catarsis -define el baterista-. Por eso nos tomamos tan en serio cada palabra en cada tema, porque nos sale desde lo más profundo de nuestras vísceras. Hay muchas cosas por decir y en general las bandas no lo aprovechan. Nosotros nos hacemos cargo de eso y preferimos decir lo que pocos se atreven siempre de frente.

Lírica contestataria, sonido de nuestras calles

Sórdido lanzó en abril el nuevo disco en Valparaíso junto a otro grupo duro de la región: Púa, el trío de punk y metal de Rodrigo Pescao Neira, guitarrista de la popular banda rockera LaFloripondio.
 
-La satisfacción fue tremenda, tanto por la reacción del público como por Púa, quienes nos ayudaron un montón en el montaje del lanzamiento -reconoce Cristóbal García, el guitarrista. "Estar presente en cada detalle a veces resulta ser agotador pero la independencia y autogestión a la larga hacen disfrutar a concho los frutos", agrega Camilo Sarmiento, el bajista. "El lanzamiento significó una nueva etapa en la que hemos querido profesionalizar nuestro trabajo como banda".

Desde entonces el grupo ha seguido actuando en la zona y se ha presentado también en Santiago y Concepción. "Todos los fines de semana desde que lanzamos Episodios de un Valparaíso en llamas hemos estado tocando, de hecho sacando cálculos hemos promediado unas ocho tocatas por mes", estima Lucero. "Esto significa tocar en todos los locales habidos y por haber de Valparaíso, y en Concepción el recibimiento fue la raja. Sorpresivo, porque nunca imaginamos que corearían partes de las canciones, por ejemplo. Allá la escena rocanrolera está pegando muy fuerte".

-¿Por qué prefirieron editar un EP, es más práctico y más rápido de grabar que un disco largo?
Sarmiento: Así es. Nuestra primera meta es difundir la música de la banda en todo lugar, y para esto un EP cumple con todas las expectativas, además que el concepto así lo requería: un EP con cinco episodios de la Quinta Región… listo, para qué más.  De hecho nos agrada el formato EP, es muy cómodo porque componemos y registramos de manera más rápida, con esto la gente está escuchando algo actual, temas contingentes y música que sentimos en el momento, a diferencia de un LP que requiere más tiempo, lo que aletarga el proceso desde la concepción de un tema hasta el momento en que te llega al oído como público.

Mientras Sórdido es la banda de la vida para Lucero, Cristóbal García proviene del entorno punk y sigue en paralelo en el grupo Infamia, mientras que Camilo Sarmiento ha tocado en los grupos porteños Kierotetita (2002-2004), Coyote (2004) y Guacho Riquelme (2007), una banda de influencia rockera y latinoamericana, después de haber estudiado guitarra clásica y composición. "Decidí trasladarme a lo que realmente me quitaba el sueño: la música más popular y no tan de conservatorio", explica.

-¿Qué efecto provoca tocar rock fuerte con un grupo y música latinoamericana con otro?
Sarmiento: La experiencia de estar en una banda de corte musical duro ha sido tremenda. Es la naturalización del hombre para mí: me refiero a volver a las premisa más básicas del ser humano, a las sensaciones que se obtienen desde la piel. No quiero decir que con la música docta no me hubiese pasado esto, pero de todas maneras es mucho más directo. Ha sido una experiencia casi nueva ya que mi mundo musical fuera de la academia radicaba en el folclor. Gracias a mi padre desde pequeño conocí la música en general y más aún el folclor latinoamericano. Entonces he puesto en una sola línea esta doble militancia musical, que es hacer de las canciones un canto desde nuestras raíces. Sórdido sería la convergencia entre una lírica contestataria desde un diagnóstico socio-musical hasta el hilar fino en una música que va más allá de sonar fuerte, que es el sonido de nuestras calles y el hacer arte con estos elementos.

Valparaíso en llamas

El grupo debutó con el disco Trozos inconclusos (2007), hecho por su formación original, entre Roberto Escobar (voz y guitarra), Moussa Kandalaf (bajo) y Cristián Lucero (batería). "El único que ha permanecido desde entonces en la formación soy yo", dice este último. "O sea, podríamos decir que Episodios de un Valparaíso en llamas es el primer EP oficial de Sórdido".

-¿Hay una continuidad entre los dos discos?
Lucero: El espíritu se ha conservado, pero la evolución yo creo que es notoria en lo musical y en el contenido. Camilo y Cristóbal han sido un gran aporte desde que se integraron, cada uno en diferentes momentos. Si me preguntas fríamente podría decir que Trozos inconclusos tiene un hilo conductor con nuestro nuevo EP, pero no podríamos compararlos por las diferentes etapas que cada uno significa. No renegamos del pasado, pero el Sórdido que queremos que todos conozcan es el actual. El que sigue como consigna el que cada tema que escuches sea una patá en el hocico, como decíamos antes. Esa patá que a todos nos gusta dar en algún momento.

-En este disco se oye clara la crítica hacia el carácter oficial de patrimonio universal que tiene Valparaíso, por ejemplo. ¿Es un sentimiento generalizado en el puerto?
Lucero: Verás, este disco fue un trabajo de un año que quedó plasmado en un material sonoro potente de cinco temas, en donde dejamos de hablar de los típicos temas turísticos que se explotan sobre Valparaíso y comenzamos a vomitar lo que se esconde detrás de todo el espectáculo que pintan los políticos.
Sarmiento: Todo nace de la inquietud de cada uno de nosotros y la preocupación por nuestro puerto. No sé si todos están concientes de los problemas que nos están ahogando; no lo creo, pero la idea es que todos reconozcan estas realidades y que comencemos por hacer algo para que no nos sigan metiendo el dedo en la boca.
Lucero: A pesar de ser patrimonio, quienes vivimos aquí vemos como Valparaíso se pierde y se nubla por las cenizas. Una ciudad con aires europeos en el Pacífico Sur, con contrastes enormes de riqueza turística y extrema marginalidad. Por ejemplo el Congreso esta aquí mismo, sin embargo nunca vemos a los congresistas, sólo a los perros vagos y a turistas de todo el mundo en las mismas calles o en cerros y antiguos funiculares, en casas con las fachadas pintadas pero con una pobreza casi inexplicable. En este sentido Sórdido es la ciudad misma y eso lo intentamos plasmar en cada nota.

-¿Siempre han sido escépticos sobre el tema, hubo un entusiasmo al comienzo por esta distinción patrimonial internacional?
García: Los porteños aún no vemos los verdaderos beneficios de ser nombrados Ciudad Patrimonio de la Humanidad. Se supone que a la ciudad se le entregaron una gran cantidad de millones para remodelar su fachada y para hacer avances, dinero que al parecer cada vez sufre más recortes, yendo directamente a los bolsillos de los alcaldes. En su tiempo hubo expectación, pero al menos a nosotros hasta el momento esta distinción no ha servido para nada excepto vender más la pomada a los turistas, porque, como decimos en una de nuestras canciones, sólo somos una postal pintoresca para el europeo, un bonito cuento para el que viene por primera vez.

-"Nos pintan un carnaval / pero no hay tiempo pa' respirar…", dice una de las canciones del disco. ¿También hay un recelo sobre sobre el carácter cultural oficial que tiene Valparaíso, sobre la presencia del Ministerio de Cultura o las Escuelas de Rock allá, por ejemplo?
Lucero: Para nada, de hecho las Escuelas de Rock nos ha apoyado mucho en este último tiempo a través de los talleres que han generado en la región. Es una de las pocas organizaciones que ha creído en lo nuestro. Uno siempre quisiera que más bandas recibieran esos beneficios, porque la proliferación de bandas emergentes es sorprendente, pero bueno, por algo se tiene que empezar. Además de forma muy personal Pato González, director de las Escuelas, estuvo muy ligado a nuestro trabajo durante la preproducción del EP, es un hombre con experiencia y nos supo guiar en varios aspectos. En el fondo es tarea de todos levantar la escena, y las Escuelas de Rock claramente son un aporte, no así la Municipalidad u otras entidades que al momento de intentar crear nuevos espacios para la música te cierran las puertas.
Sarmiento: Las palabras que citas de la canción "Puerto oscuro" se refieren a las pastillitas que nos da la Municipalidad. Durante todo el año tienen a puro pan y agua la cultura en Valparaíso. Si hay un evento masivo, por ejemplo, sólo invitan a bandas santiaguinas cuando aquí hay harto de dónde escoger. Entonces los Carnavales Culturales en el fondo son la pura chapa, para que supuestamente todos quedemos contentos. Eso es lo que buscamos erradicar, las palmaditas en la espalda; hay un montón de bandas buenas, pero al momento de inyectar plata son los mismos nombres siempre.

Mientras Sórdido trabaja en confirmar futuras actuaciones en Argentina, el trío tiene previsto editar una nueva versión aumentada de Episodios de un Valparaíso en llamas para su descarga digital desde el portal de música Portaldisc.cl y no pretende bajar su ritmo en vivo. "Seguimos promocionando el EP hasta donde nos dé el cuero", dice Cristóbal García. "Estamos experimentando un poco con nuestro lado acústico", agrega Sarmiento. "Nos gusta jugar con los extremos, así que como ya hemos incursionado con ganancias y volúmenes altos ahora queremos probar con sonidos más sutiles… siempre con el toque de Sórdido".