Desde este año la Cumbre Guachaca es intinerante. Y desemboca en la Fonda Guachaca que se inicua este jueves 17 en la Estación Mapocho de la capital. Ése ha sido el movimiento descrito en los últimos meses por las fuerzas vivas que lidera el cantor Dióscoro Rojas, reconocido como "guaripola" de este movimiento inspirado en la figura de Roberto Parra y en la cultura popular chilena. A partir de la habitual cumbre celebrada cada abril, este año la iniciativa se ha expandido por Cumpeo, Valparaíso, Concepción y San Antonio, además de otras cumbres independientes celebradas en ciudades como Quillota.
-Ahí en Quillota hay guachacas ordenados ya, trabajan harto y tienen su propia convocatoria -explica Dióscoro Rojas, a horas de inaugurar la nueva versión de la Gran Fonda Oficial Guachaca (ver recuadro).
-¿Por qué resolvieron salir a itinerar con la cumbre?
-Porque en otras zonas hay muchas cosas diferentes a Santiago. Queremos el perfume de lo local, que la gente en su región se sienta orgullosa de lo que tiene, es la única manera de que el gringuerío se vaya saliendo y de formar de alguna manera los nuevos símbolos de la chilenidad en los jóvenes, en los niños. Un chorero de Talcahuano no tiene nada que ver con la hacienda, por ejemplo, tiene su comida y su forma de bailar.
-¿Cómo estuvo el paso por los puertos, en San Antonio, Valparaíso?
-Los puertos tienen algunas especialidades, la gente es muy orgullosa y también muy fuerte, hay una reacción cuando uno llega de "Qué quieren hacer acá estos giles". Pero cuando llega con respeto y hablando de los grandes bolerista que ha habido en esa tierra los viejos entienden. Igual yo soy un chicha star en Chile, yo entro a la Vega o a los restaurantes más guachacas, en los duros duros, donde van a la caña, y me ubican todos. Por eso digo que soy un chicha star.
Cumbia chilenera y ranchera guachaca
La versión de este año de la Gran Cumbre de hecho es doble, en paralelo entre Valparaíso, donde se presentarán artistas como Los Blue Splendor, y Santiago, donde el menú incluye cuecas con Los Santiaguinos y Los Trukeros, canciones melódicas con el Trío Mar y Cielo y cumbia con la Sonora Tomo Como Rey y La Cumbia de Patricio Cobarde.
-Esa es una cumbia más antigua, la cumbia chilenera. Y de repente hay ritmo mexicano también, rancheritas. En La Piojera se está cantando mucho lagrimeo ranchero. Igual al guachaca le gusta lo norteño, hay bonitas historias.
-¿Cambia la música pero el sentido se mantiene?
-Nosotros creemos que esta cuestión es una fiesta. Hemos recuperado el sentido de la fiesta. Tú te acuerdas de que hace diez años las fondas no eran lo que son hoy. La gente tenía miedo de ir a las fondas porque le podía llegar alguna puñalaíta de agregado. La gente tenía miedo. Y esa idea regalona del cariño, de ponerle a la fiesta popular, creo que la consolidamos. Hoy día hay una cantidad de fondas y nos alegra que tenga ese sentido.
-¿O sea la cumbia o la ranchera llegan a ser guachacas?
-Yo creo que eso viene de lo guachaca. Nosotros pusimos la cumbia cuando había puro sound. Después hicimos la cueca cuando no había cueca en este país. Las primeras cumbres fueron fiestas absolutamente desorganizadas, pero había un sentido de recuperar esa festividad, porque la gente quería cambios en la cultura. Creo que fuimos nosotros humildemente los que variamos esa idea de lo popular. En el sentido de que queríamos una fiesta más cercana.
"Por ejemplo", continúa, "un señor me invitó a la tribuna oficial del rodeo, y le dije ¿Sabe qué más, compadre? Yo no tuve ni pa' triciclo, así que de los caballos entiendo bien poco. Somos quince millones y medios en este país que no tenemos caballos. ¿Qué es para mí la chilenidad? Estoy más cerca del triciclo. Y lo hemos hecho dejando las patitas en la calle, sin Fondart ni nada, no podemos decir que el Gobierno nos ha financiado ni nada.
-De hecho en las últimas cumbres guachacas ha aparecido más bien gente como la alcaldesa Reginatto.
-Claro, porque nuestra festividad fue tanto tiempo excluida: ¿por qué tenemos que excluir a los demás? En lo personal quiero que a mi cultura no la traten como la trataban hace años. Si hemos sido discriminados yo no puedo discriminar.
-¿Entonces al final le dijiste que sí al señor del rodeo?
-Sí, también es una cosa bonita, son alegres, entienden la chilenidad. Esto es inclusivos. Porque si no ocurren la cosas que ocurrieron en el pasado, que unos por acá están hablando de la hazaña del pueblo y los otros por allá con el agüita fresca. Queremos una chilenidad con diferencias, pero también con similitudes. Y queremos más similitudes.