MIAMI.- Exiliados cubanos se mostraron divididos el domingo en el apoyo y rechazo al concierto del cantante colombiano Juanes en la Plaza de la Revolución, en La Habana, que hasta último momento encendió pasiones y enfrentamientos en Miami.
La organización anticastrista Vigilia Mambisa reunió decenas de sus miembros ante el tradicional café Versailles, en el barrio de la Pequeña Habana de Miami, en una protesta contra el controversial concierto.
"Juanes traidor, amigo de Fidel Castro", decía una de las pancartas.
La entidad llevó a la conocida Calle Ocho una máquina aplanadora de construcción para destruir discos y fotos de Juanes.
En tanto, vehículos que pasaban por el lugar y un grupo de personas con banderas cubanas mostraron su apoyo al concierto y pidieron a los manifestantes que se vayan.
"Esta gente son extremistas. En Miami los que están contra el concierto son muy pocos", dijo Camilo Hernández, un joven cubano residente en la Pequeña Habana.
La diferencias entre unos y otros generaron en un momento un breve enfrentamiento con empujones e intercambio de insultos que exigió la intervención de policías presentes en el lugar.
El concierto en la Plaza de la Revolución reunió más de 500.000 personas, según Univisión, la mayor cadena hispana de Estados Unidos, que transmitió en Miami en vivo el evento desde La Habana.
Los organizadores afirmaron que la concurrencia superó el millón de personas.
Carlos Saladrigas, exiliado cubano y director del Cuba Study Group, dijo que con el concierto el exilio cubano de Miami "ha tenido la enorme oportunidad de volver a recordar al mundo todo lo que ocurre en Cuba, los problemas de los cubanos y la situación de los presos políticos".
En cambio, Ninoska Perez Castellón, una exiliada del Consejo para la Libertad de Cuba, estuvo furiosa con su realización: "No se respetó el dolor de los exiliados, y de nada va a servir esto porque mañana Cuba seguirá bajo la opresión de una dictadura", opinó.