Alejandro Fernández Almendras presentó ''Huacho'' en el Festival de Cannes.
AFP
BANGKOK.- La película "Huacho", ópera prima del director chileno Alejandro Fernández Almendras, aspira a ganar el primer premio en el Festival Internacional de Cine de Bangkok, que arrancó hoy en la capital tailandesa.
La cinta, una coproducción chileno-franco-alemana, relata la lucha diaria de cuatro miembros de una familia en el medio rural de la zona central de Chile, donde los cambios se apresuran al ritmo que marca la globalización.
Desde una mirada cuasi-documental, Fernández Almendras contó con un elenco integrado exclusivamente por actores aficionados, liderados por Alejandra Yáñez, Cornelio Villagrán, Clemira Muñoz y Manuel Hernández.
"Huacho" (2008) fue galardonada el año pasado con el Premio Sundance/NHK a Cineastas Internacionales y ha sido invitada en 2009 a los festivales de Munich, Toronto, San Sebastián y Jerusalén, entre otros.
Otras películas seleccionadas en el festival de Bangkok son la iraní "Across the river", la vietnamita "Adrift", la coproducción belga "Altiplano", la surcoreana "Breathless", la canadiense "I Killed My Mother", la alemana "Everyone Else", la franco-argelina "Inland" y la china "The Search".
La víspera, unos 300 invitados asistieron a la inauguración del festival en los cines Central World de Bangkok, entre los que se encontraban el actor estadounidense James Belushi y el director filipino Brillante Mendoza, ganador del premio a Mejor Director en la pasada edición de Cannes.
Los organizadores de la muestra no han querido efectuar declaraciones sobre la reciente condena en Estados Unidos a los responsables del festival entre 2003 y 2006, Gerald y Patricia Green, por pagar 1,8 millones de dólares en sobornos a la Autoridad Turística de Tailandia.
El matrimonio Green consiguió relanzar internacionalmente el certamen tailandés en sus primeras ediciones, a las que acudieron realizadores y actores como Catherine Deneuve, Jeremy Irons, Michael Douglas, Christopher Lee, Oliver Stone o Terry Gilliam.
Tras el golpe de Estado de septiembre de 2006 y el escándalo de los sobornos, el festival redujo drásticamente su presupuesto y volvió a ocupar un lugar más modesto.
