La soprano rusa Irina Rindzuner, que forma parte del elenco del Metropolitan de Nueva York, fue una sólida ''Turandot''.
Sitio oficial¿Cuáles podrán ser las razones para que un mismo director conduzca la misma obra con resultados tan disímiles? Fue precisamente lo que ocurrió con José Luis Domínguez al dirigir “Turandot” de Puccini con el segundo elenco en la llamada “versión estelar”. Tal vez cuando le correspondió dirigir la “versión internacional” lo hizo sin haber ensayado con ese grupo de solistas (se hizo cargo luego que en las dos primeras funciones lo hiciera Jan Latham-Koenig). Fue algo que no ocurrió con el segundo elenco, donde tuvo oportunidad de realizar varios ensayos y unificar la versión de acuerdo a las características de cada uno de ellos, no obstante cualquier otra razón cae en el terreno de la simple especulación.
Lo cierto es que en esta oportunidad Domínguez se vio inspirado y compenetrado en la obra guiando a cada cantante, respetando sus tempi, y logrando de paso una versión muy unitaria con compromiso expresivo y que por supuesto consiguió un resonante éxito ante un público que no ahorró aplausos, incluso el rendimiento de la orquesta alcanzó el nivel acostumbrado.
Este elenco es sin duda mucho más homogéneo en lo vocal que sus pares internacionales. Tienen un compromiso dramático que estuvo siempre en función de los otros cantantes, y en el caso de dúos o concertatos cada uno lo hizo pensando en el logro colectivo sin pretender sobresalir inútilmente. Fueron las características propias las que les hicieron triunfar, y evidentemente su meta fue lograr el éxito colectivo.
Todas las voces, todas
En este comentario no analizaremos la puesta en escena (de Oswald-Lápiz), algo que realizamos en la crítica de la otra versión, pero insistiremos en su belleza y múltiples logros, que darían pie para un artículo completo. Los solistas fueron encabezados por la soprano rusa perteneciente al elenco del Metropolitan de Nueva York Irina Rindzuner, quien a pesar de su menuda figura posee un poderoso y bello material vocal que maneja con maestría. No tiene problema alguno con la tesitura, maneja espléndidamente los contrastes dinámicos y su línea de canto es muy expresiva. Por último, podemos decir que tiene una gran presencia escénica.
Momentos culminantes de su presentación fueron los enunciados de los enigmas, el final del segundo acto, el dúo con Calaf en el tercero y su final, cuando se transforma desde la vengativa y cruel princesa, a la mujer radiante que encuentra por fin el amor.
El tenor José Azócar fue el encargado de cantar Calaf, papel que le ha significado rotundos éxitos. En esta ocasión los reeditó. Azócar cantó este rol en el mismo Teatro Municipal en los años 1993 y 2003 y continúa en poder de su hermoso timbre, logrando ahora mucho mayor presencia escénica y una línea de canto muy expresiva. Su final del primer acto, cuando se prepara para tocar el gong desoyendo todos los pedidos en contrario fue de gran dramatismo. Así mismo su respuesta a los enigmas y su dúo con Turandot en el último acto fue de gran musicalidad.
Carolina García es poseedora de un material vocal privilegiado, al que agrega una natural expresividad. Además tiene un diestro manejo dinámico que le permite cantar en propiedad el papel de Liú. Sus grandes momentos fueron su aria del primer acto y la escena anterior al suicidio del tercero. En lo extramusical diremos que es muy hermosa pero debería cuidar un poco su figura. Homero Pérez-Miranda fue un gran Timur, expresivo, con bella voz y de actuación muy convincente. Casi desgarrador fue su despedida a Liú. Los ministros Ping, Pang y Pong estuvieron muy bien cantados y actuados por Juan Pablo Dupré, Pablo Ortiz e Iván Rodríguez en una clara demostración de la cantidad de buenos cantantes que ha producido nuestro país.
Sebastián Ferrada asumió en propiedad el ingrato papel del viejo emperador Altoum, agregándole mayor actuación, Muy solvente estuvo Arturo Jiménez como el Mandarín. El Coro del Teatro Municipal volvió a maravillar y el Coro de Niños del Liceo San Francisco superó su actuación de la función anterior. Una jornada que deja en muy buen pie a los cantantes nacionales, los que junto a una cantante extranjera entregaron una estupenda función de "Turandot", la inmortal ópera de Giacomo Puccini.