El director y guionista Tyler Perry se emocionó al ver la película ''Precious'', en la que participó como productor.
Reuters
LOS ANGELES.- El cineasta Tyler Perry, de gran fama en EE.UU. por la serie "House of Payne" y sus películas con el personaje de "Madea" como protagonista, sufrió abusos de niño, según reveló hoy él mismo en una carta publicada en su página oficial de internet.
"Siempre pensé que moriría antes de hacerme mayor", escribió el director, actor y guionista de filmes de éxito en su país como "Meet the Browns", "The Family That Preys" y "Madea Goes to Jail".
Sus palabras llegan después de haber visto la película "Precious", producida entre otros por el propio Perry y la presentadora de televisión Oprah Winfrey. Se trata de una película sobre una adolescente abusada física y emocionalmente.
Perry, de 40 años, admitió que la cinta le trajo muchos recuerdos. "Gran parte de mi infancia acaba de pasar delante de mis ojos", escribió en su portal oficial.
El cineasta adujo el fracasado intento de su madre por abandonar a su abusivo padre, causante de numerosas palizas y penurias en su hogar.
"Mi padre llegaba a casa enfadado con el mundo -relató Perry-. Estaba borracho, como casi todo el tiempo. Tomó el cable de la aspiradora, me encerró en una habitación y me golpeó hasta que la piel de la espalda se me desgarraba".
Perry también plasmó otras situaciones de infausto recuerdo para él, como el hecho de que la madre de un amigo suyo intentase seducirlo cuando tenía 10 años, que el padre de otro amigo abusase sexualmente de él o que su propio padre hiciera lo mismo con otro menor.
Asimismo, comentó que su abuela ideó una forma para intentar despojarle de todas las alergias que sufría de niño.
"Dijo que iba a matar a todos esos gérmenes de una vez por todas", indicó Perry. "Me dio un baño de amoniaco", agregó.
Pero ver por primera vez "Precious" dijo que le ayudó a comprender de nuevo que podía considerarse un superviviente.
"Me golpeó fuerte, estuve sentado entre lágrimas dándome cuenta de que, gracias a Dios, pude aguantarlo", escribió Perry. "Mis lágrimas eran de alegría, daba gracias por haberlo conseguido", añadió.
Perry finalizó el texto con la conclusión de que la lección más importante de todo ello es aprender a perdonar.
"Sé que hay gente con historias mucho peores que la mía, pero ustedes también pueden lograrlo. A todos aquellos que lo han conseguido, bienvenidos a la vida", afirmó.