Arturo Ripstein salió en defensa de la realización de la película basada en ''Memoria de mis putas tristes''.
EFE
CIUDAD DE MÉXICO.- El cineasta mexicano Arturo Ripstein criticó la decisión de una organización civil de frenar con una demanda judicial por supuesta pedofilia, un proyectado film que se basa en la novela "Memoria de mis putas tristes", de Gabriel García Márquez.
"Siempre es lamentable que un grupo de personas piense que los libros son nocivos. Los que comienzan quemando libros, terminan quemando gente", afirmó Ripstein en declaraciones que publica hoy el diario mexicano La Jornada.
La novela del Premio Nobel de Literatura 1982 es la historia de un anciano que, para su 90 años, decide regalarse una noche de amor con una adolescente virgen de 14 años.
Los opositores a la adaptación cinematográfica, entre ellos la periodista Lydia Cacho, activista contra la prostitución infantil, afirman que llevar la historia al cine multiplicaría su difusión, que es más limitada cuando se trata de un libro.
"Yo estoy convencido de que no hay una sola película ni un solo libro que sea un manual de instrucciones. La pederastia no necesita de invitaciones", dijo Ripstein, director de cintas como "Profundo carmesí" y "El castillo de la pureza".
Otro ingrediente para la polémica fue que la cinta se iba a filmar en locaciones y con apoyo económico del gobierno del estado de Puebla, en el centro de México.
En 2005, el gobernador de Puebla, Mario Marín quedó involucrado en un escándalo por la detención irregular de Lydia Cacho, quien fue acusada de difamar al empresario Kamel Nacif en el libro "Los Demonios del Edén", que destapaba una red de prostitución infantil en Cancún.
"Hay que ser sensibles sobre el tema del tráfico de niños y redes de pederastia por el problema tan grande que tenemos en México y la falta de impartición de Justicia", dijo la productora cinematográfica Bertha Navarro, una de las críticas del proyecto.
La Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe, con sede en Ciudad de México, presentó el martes una denuncia de hechos "contra quien resulte responsable" por el rodaje, que comenzaría a finales de octubre.
Inicialmente, la organización había afirmado que demandaría a García Márquez, al gobierno del estado de Puebla y a las empresas Televisa y Femsa por su participación en el proyecto.
El gobierno de Puebla decidió finalmente retirar su financiamiento, con lo cual la película, una coproducción entre México, España y Dinamarca, por ahora ha quedado congelada.
Los directores de la cinta iban a ser el danés Henning Carlsen y el mexicano Ricardo del Río.