ANKARA.- El Tribunal Supremo de Turquía ha abierto la vía para que se puedan presentar querellas privadas y exigir una compensación económica al escritor turco Orhan Pamuk, premio Nobel de Literatura, por unas declaraciones en 2005 en las que se refería al "genocidio" armenio.
El caso contra Pamuk ha vuelto a saltar a la palestra informativa después de que el Supremo reconociese el derecho de un grupo de querellantes nacionalistas a exigir una reparación económica al sentirse "insultados" por las declaraciones del novelista, informó la prensa local.
Pamuk aseguró hace cuatro años a una revista suiza: "Treinta mil kurdos y un millón de armenios han sido asesinados en Turquía. Nadie se atreve a mencionarlo. Por eso yo lo digo".
A raíz de esas declaraciones el escritor se enfrentó a la Justicia turca, aunque el caso finalmente se sobreseyó, y no contentos con ello seis nacionalistas presentaron una denuncia privada exigiendo unos 16.000 euros de compensación por sentirse insultados como ciudadanos turcos por esa opinión.
Un tribunal estambulí desestimó la querella por no considerarse competente, pero el Supremo turco decidió tras una apelación que la corte de Estambul sí está autorizada para tramitar la iniciativa jurídica.
Pamuk ya había pedido en el pasado, cuando se presentó la demanda en Estambul en mayo, que se considerasen las consecuencias que tendría que cualquier ciudadano turco pudiese querellarse contra él por sentirse insultado.
"¿Han pensado qué podría pasar si en casos como este cada ciudadano turco tiene la posibilidad de querellarse? ¿Qué pasará entonces con la libertad de expresión?", se preguntó entonces el autor de "Nieve" y "El libro negro".
El delito de "insulto contra la identidad turca", recogido en el artículo 301 del Código Penal turco ha sido motivo de crítica por parte de numerosas organizaciones no gubernamentales y la Unión Europea (UE), que consideran que restringe la libertad de expresión.
Dentro de los círculos nacionalistas se critica a Pamuk asegurando que se le honra en los medios internacionales por insultar a Turquía.
Asuntos espinosos como el llamado genocidio armenio, la muerte de cientos de miles de esos ciudadanos a manos del Imperio Otomano en 1915, que Turquía se niega a reconocer como tal, no se salen de la línea oficial en los medios ante la posibilidad de acabar ante los tribunales.